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- Frenan ‘Golpistas’ Reforma Judicial
El zar anticrimen cuenta sus últimos días en Apatlaco 165 y la Legislatura 56 tiene el 75 por ciento de los votos para removerlo del cargo, si antes no presenta su renuncia voluntaria y con carácter de irrevocable.
Ya hay hasta terna, y seguro reemplazo.
La cesantía de Uriel Carmona como fiscal general tiene dos únicas lecturas: la gubernamental, por necesaria, habida cuenta de sus escasos resultados procurando justicia, que son contrarios a los afanes sociales, y la política, porque no calculó los efectos de su enfrentamiento con quien ahora es presidenta de la República.
Pero Carmona se desgastó jugando a la política, con el apoyo de las bancadas graquistas a las legislaturas 54 y 55. Hoy, los integrantes de ambas y a quienes atendió sin medida, lo han negado. Rebajó su nivel académico riñendo con un iletrado bravucón, que a la primera oportunidad se quejó con su defensor de oficio seis años, llenándole la cabeza de mentiras a medias y verdades completas.
La destitución política o renuncia voluntaria no es necesaria para legitimar la gubernatura, porque no es necesaria, pero servirá para demostrar que la gobernadora Margarita González-Saravia está dispuesta a cumplir sus compromisos políticos y aún los personales con el poder central, para que el sistema de justicia morelense funcione mejor a corto y largo plazos.
Una prueba del cumplimiento de la palabra, que no debe quedar sólo en promesas de campaña, sino en decisiones de poder, como la salida del zar anticrimen, y con ella, la del zar anticorrupción, decretó pasar de 10 mil a 15 mil pesos el sueldo de los agentes policiales rasos, como una demostración extra de que gobernar significa servir.
En el caso del incremento salarial, el margarismo envió un duro mensaje al cuauhtemismo depredador de los caudales públicos, que pocos leyeron el significado político contra el pretérito inmediato: sólo hay mil 571 elementos en Morelos para dos millones 030 mil 857 personas, es decir, un agente por cada mil 293 personas.
Abusando de los numerales, a cada agente le tocaría vigilar tres mil 105 kilómetros todos los días, si no tuvieran 24 horas de descanso cada 48 horas.
Antes de dejar el cargo —sus fieles siguen en sus puestos y la fuga de información lo será—, el exjefe de Policía, Guarneros, presumió que 60 cadetes habían egresado de la Academia de Policía, como un gran logro que hasta hizo boletín, lo que debió darle pena.
Empero, de los mil 571 agentes, contra prueba fehaciente, casi 300 elementos mujeres u hombres estaban comisionados como choferes, auxiliares o guardaespaldas, con armas y vehículos oficiales, desde el gobernador, con casi 20, hasta su esposa, familiares de ella y de él, así como funcionarios hasta de tercer nivel, ciudadanos comunes y diputados locales consentidos, uno de los cuales tenía cuatro mujeres policías con metralletas cortas, el mismo que sigue recluido en la penitenciaría por el delito de violación.
letraschiquitas
Con los votos de los golpistas —así llamados por las subordinadas— Norma Piña, Alfredo Gutiérrez, Juan Luis González, Luis María Aguilar, Jorge Pardo, Margarita Ríos, Javier Laynez y Alberto Pérez Dayán, contra los votos de las subordinadas a la Cuatroté Jasmín Esquivel, Loretta Ortiz y Lenia Batres que se opusieron, la Corte resolvió ayer la elaboración de un nuevo proyecto sobre la petición de jueces y magistrados para determinar que el Alto Tribunal puede revisar a profundidad la reforma constitucional al poder Judicial. «Hace 10 años», recordó González Alcántara, «Ernestina Godoy, Adán Augusto López y Ricardo Monreal pidieron una medida igual, sin ser acusados de golpistas».