Ricardo Del Muro / Austral
La presidenta Claudia Sheinbaum presentó la nueva Estrategia Nacional de Seguridad del Gobierno de México, que se basa en cuatro ejes, donde destaca la creación de la subsecretaría de Inteligencia e Investigación para operar un Sistema Nacional de Inteligencia que será el eje de los otros elementos que son la atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional y la coordinación con las entidades federativas.
Ante la nueva estrategia de seguridad, que fue presentada en la conferencia mañanera del martes, han surgido opiniones encontradas que van desde la desconfianza, el escepticismo y la esperanza. Algunos grupos opositores, incluso han criticado que se “politizó” la presentación del plan, ya que se destacó que Guanajuato, una entidad gobernada por el PAN, mantiene el primer lugar en homicidios dolosos y adicciones en el país.
La presidenta Sheinbaum dejó en claro que “no va a regresar la guerra contra el narco de Calderón”, ya que “no buscamos ejecuciones extrajudiciales”, pero también se cambiará la estrategia de “abrazos, no balazos” que caracterizó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y ahora se aplicará una nueva forma de combatir a la delincuencia, fortaleciendo las labores de investigación e inteligencia, para combatir las redes del crimen organizado y reducir el número de homicidios en el país.
En este sentido, Sheinbaum puntualizó que con la creación del Sistema Nacional de Investigación se generará mucha más coordinación entre los sistemas de seguridad de la SSPC, Sedena, la Secretaría de Marina (Semar), la Fiscalía General de la República (FGR) y las fiscalías estatales para conocer toda la información que permita la identificación de células criminales.
En la presentación de la Estrategia Nacional de Seguridad, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, indicó que e fortalecimiento de las tareas de inteligencia e investigación, explicó es para “no sólo reaccionar ante los delitos, sino anticiparse a ellos usando inteligencia y recursos tecnológicos más avanzados para analizar datos, identificar patrones y comprender las dinámicas de las zonas con mayor incidencia”, para “desarrollar estrategias más efectivas para combatir a las organizaciones delictivas”.
La nueva subsecretaría de Inteligencia e Investigación, dijo, contará con las capacidades y herramientas tecnológicas para identificar a las redes criminales. Se reforzará con analistas, investigadores de campo, investigadores de gabinete y especialistas técnicos que traduzcan la inteligencia recabada en campo por distintas instituciones en elementos que garanticen la solidez de las carpetas de investigación; siempre trabajando en absoluta coordinación con la Fiscalía General de la República.
García Harfuch resaltó que la Estrategia Nacional de Seguridad ha establecido tres objetivos principales para la construcción de una paz duradera en el país:
El primero es la disminución de la incidencia delictiva, principalmente de los homicidios dolosos y delitos de alto impacto como la extorsión; neutralizar generadores de violencia y redes criminales con atención a zonas de alta incidencia delictiva, así como fortalecer las capacidades de prevención y proximidad social de las policías locales y mejorar el diálogo con todos los sectores de la sociedad.
Para cumplir estos objetivos, dijo, se han planteado diversas líneas de acción. Al consolidar el Sistema Nacional de Inteligencia se contará con mejores capacidades de investigación para combatir mejor la delincuencia y el crimen organizado.
Este Sistema Nacional de Inteligencia permite que la inteligencia naval, la inteligencia militar y la inteligencia financiera, se traduzcan en productos que se puedan integrar de manera adecuada en las carpetas de investigación y traducirse en productos operables.
Indicó que se fortalecerán las capacidades humanas y tecnológicas del Centro Nacional de Inteligencia para el desarrollo de protocolos de intercambio de información entre diversas instituciones de seguridad, para convertirlos en actos de investigación.
Por otra parte, se fortalecerá el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública con la implementación de una Academia Nacional de Seguridad, donde se homologuen los planes y programas de estudio, así como para la impartición de capacitaciones especializadas para las instituciones locales y federales. Mediante el secretariado se establecerá un sistema de evaluación para las 32 policías estatales cuando sea requerido.
Para poder implementar las acciones prioritarias se desarrolla un modelo de atención integral a los delitos de alto impacto. Este modelo contempla acciones preventivas, coordinación institucional, acción oportuna de las fiscalías locales para la judicialización de objetivos, vinculación a proceso y mecanismos de control de actividades delincuenciales generadas desde el interior del sistema penitenciario.
También se implementarán diagnósticos regionales del fenómeno delictivo con una prevención focalizada inteligente, donde se contempla un programa de atención a la extorsión y cobro de piso, además del despliegue de unidades especiales que cumplimentarán órdenes de aprehensión en puntos de mayor incidencia. En este punto, señaló que es muy importante trabajar con las fiscalías locales ya que el 80 por ciento de los delitos son del orden común.
Dicho modelo también contempla el seguimiento a la vinculación a proceso de los objetivos detenidos y de sus bienes asegurados. En este sentido, resaltó que en las entidades con mayor incidencia delictiva como son Guanajuato, Baja California, Chihuahua, Guerrero, Jalisco y Sinaloa, se ha generado una estrategia de intervención para el combate a los delitos de alto impacto basada en la estrategia referida. RDM