In principio erat Verbum©
Simón Vargas Aguilar©*
“El conocimiento de uno mismo, es decir, la capacidad de reconocer un sentimiento en el mismo momento en que aparece constituye la piedra angular de la inteligencia emocional.” Daniel Goleman
Este 10 de octubre la Organización Panamericana de la salud ha designado como tema: “Es tiempo de priorizar la salud mental en el lugar de trabajo”; y es que afortunadamente, e incluso quizá después de la pandemia, los espacios laborales se han transformado, y los problemas como la ansiedad, la depresión, la discriminación y el acoso se han hecho más visibles y se ha comenzado con una labor para evitar la estigmatización y el tabú.
No obstante al trabajo realizado por dependencias públicas y privadas, los números continúan demostrando que aún nos encontramos alejados de tener ambientes sanos o de un diálogo que privilegie la salud mental; es así que de acuerdo con el Informe sobre el estado del lugar de trabajo a nivel mundial 2024 presentado por Gallup, se menciona que el bienestar de los empleados disminuyó en 2023 del 35% al 34%, siendo los trabajadores jóvenes, quienes más lo sufrieron.
Pero, además, este análisis presenta diversos puntos interesantes, entre ellos que estar activamente desvinculado del trabajo es equivalente o peor que estar desempleado, y también pide a los empresarios brindar prestaciones adecuadas y flexibilidad para apoyar el bienestar de los colaboradores.
Nuestro país, en cuanto a ansiedad laboral no se encuentra lejos de los parámetros, de hecho, en datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, antes de la pandemia el 75% de los trabajadores padecía fatiga por estrés relacionado con el trabajo.
Cuadros clínicos que antes ni siquiera eran mencionados, se han vuelto temas en la agenda cotidiana, incluso hay que mencionar que la tecnología se ha transformado en una aliada ya que diversos colectivos han impulsado podcast o líneas telefónicas y vía what’s App que ayudan a brindar atención y canalizar a las personas hacia un tratamiento más especializado.
Hacer visible lo que por años se había mantenido en un tabú, no sólo ayuda, también de alguna manera sana. Este año se estrenó Inside Out 2, película que aborda el arribo de nuevas emociones a la mente de una adolescente, más allá de la enorme investigación y la forma en la que los creadores, animadores y guionistas le dieron vida en la pantalla a muchos procesos mentales o a personajes como la vergüenza, el aburrimiento o la envidia; reconocimiento aparte merece el estudio tan preciso que se hizo sobre la ansiedad, la manera en la que consume la energía, en la que provoca el derrumbe psicológico y la forma en la que un ataque de pánico puede, sofocar, asustar y paralizar.
Y es que a pesar de que la asistencia a terapia se ha convertido en una situación cada vez más usual, se debe reconocer que contar con servicios de psicología o psiquiatría aún no es sencillo y mucho menos económico. Y es que ante una sociedad mucho más volátil y sobre todo con poca certeza laboral, los recursos económicos, se destinan a cubrir necesidades básicas como alimento, escuela o ropa dejando a un lado la salud mental, colocándola como algo, secundario.
La ansiedad, la depresión o incluso el estrés postraumático no sólo hieren y transforman a quien las padece sino también a la gente a su alrededor. Los efectos de estas enfermedades son complicados, por ello hay que recalcar que con la salud mental no se juega.
No es sólo enfatizar el trabajo institucional que aún queda pendiente, sino también mostrarle a la población que son temas sensibles, que estigmatizar, denigrar o “no creerle” a una persona que te externa su situación psicológica puede hacer mucho daño; también nos hace falta desarrollar la inteligencia emocional para identificar de mejor manera aquellos sentimientos que nos aquejan. Convendría que estos temas continúen siendo abordados en las agendas de los poderes ejecutivo y legislativo.
*Consultor en temas de Seguridad, Inteligencia, Educación, Religión, Justicia, y Política.