José Alberto Sánchez Nava
“Cuando el poder político intenta tomar las riendas de la autonomía financiera, el verdadero costo lo paga la estabilidad de una nación.”
- La Trama de una Herencia Peligrosa
Tras dejar la presidencia el 1 de octubre de 2024, el legado económico de Andrés Manuel López Obrador ha quedado bajo intenso escrutinio. Uno de los episodios más preocupantes de su administración tuvo lugar el 18 de agosto de 2021, cuando propuso utilizar los 12 mil millones de dólares que México recibiría del Fondo Monetario Internacional (FMI) para el pago de deuda externa. En su momento, esta iniciativa parecía un intento pragmático de aliviar la carga financiera del país. Sin embargo, detrás de esa propuesta se ocultó una amenaza potencial para la autonomía financiera de México, que en su momento fue subestimada.
Estos recursos, distribuidos por el FMI a ciertos bancos centrales en América como una medida emergente, estaban destinados a fortalecer la capacidad de los países para responder a choques externos, como los provocados por la desaceleración económica debido a la pandemia de Covid-19. Lo preocupante es que el entonces presidente no parecía comprender los pilares constitucionales que sostienen al Banco de México (Banxico). Esto, combinado con la sobrerrepresentación legislativa del oficialismo, que abre la puerta a modificaciones constitucionales, como la reforma al artículo 28 que rige el Banco de México, planteaba una amenaza significativa para la estabilidad financiera del país.
- Los Tres Pilares de Banxico: Autonomía y Protección Constitucional
La autonomía del Banco de México es uno de los pilares más importantes de la estabilidad económica del país. Los principios clave establecidos en el artículo 28 de la Constitución Mexicana no son negociables, ya que son los que protegen al banco central de interferencias políticas. Estos tres principios son fundamentales:
- Autonomía del Banco Central: “El Estado tendrá un banco central que será autónomo en el ejercicio de sus funciones y en su administración.”
- Estabilidad del Poder Adquisitivo: “Su objetivo prioritario será procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional.”
- Prohibición de Financiamiento: “Ninguna autoridad podrá ordenar al banco conceder financiamiento.”
Estos pilares garantizan que Banxico opere de manera independiente del gobierno federal para mantener la estabilidad económica. El expresidente López Obrador, al sugerir el uso de las reservas internacionales para pagar la deuda externa, ignoró o minimizó la importancia de estos principios. Aunque la medida no se concretó, dejó una sombra de duda sobre el entendimiento del oficialismo respecto a la autonomía de Banxico.
- ¿Un Intento Velado de Control sobre Banxico?
Durante su mandato, López Obrador mantuvo tensiones con diversas instituciones autónomas, y Banxico no fue la excepción. Su propuesta de utilizar los recursos del FMI dejó entrever una agenda más amplia para debilitar la autonomía de este organismo vital. En su momento, Gerardo Esquivel, subgobernador de Banxico, advirtió que el gobierno solo podría acceder a estos recursos comprándolos al banco central. Sin embargo, el entonces presidente descalificó públicamente a Esquivel, llamándolo “ultratecnócrata”. Este episodio refleja un preocupante desconocimiento o desinterés por parte del poder político sobre la función esencial de Banxico.
El expresidente también criticó el manejo de las reservas internacionales, afirmando que estos fondos “pertenecen a la nación” y deberían servir al “pueblo” en lugar de generar únicamente un pequeño retorno de inversión. Sin embargo, esta crítica pasó por alto un hecho crucial: las reservas internacionales no son un fondo discrecional del gobierno, sino un mecanismo de protección económica que debe estar blindado frente a intereses políticos de corto plazo.
- Las Reservas de Banxico: Protección, No Botín
La idea de que las reservas internacionales pueden usarse para pagar la deuda externa o financiar proyectos gubernamentales suena tentadora en momentos de presión fiscal. Sin embargo, usar estas reservas para fines ajenos a su propósito original violaría los principios constitucionales mencionados anteriormente y expondría a México a riesgos financieros graves.
Latinoamérica tiene una larga historia de gobiernos que han caído en la tentación de utilizar las reservas internacionales para cubrir déficits fiscales, lo que ha llevado a hiperinflación, colapso del poder adquisitivo y crisis económicas devastadoras. Venezuela es el ejemplo más reciente y preocupante de cómo el mal manejo de las reservas internacionales puede destruir una economía. En el caso de México, desviar las reservas para otros fines pondría en peligro la estabilidad económica, llevando al país hacia un escenario de inflación descontrolada y posibles crisis.
- El Peligro de Reformar el Artículo 28 Constitucional
Una de las mayores preocupaciones que surgieron durante la administración de López Obrador fue la posibilidad de que el gobierno, con el respaldo de su mayoría legislativa, intentara modificar el artículo 28 de la Constitución. Esta reforma podría debilitar la independencia del banco central, permitiendo que futuros gobiernos utilicen las reservas internacionales con fines políticos. Si se llegara a concretar en el actual gobierno que encabeza Claudia Sheinbaum, sentaría un peligroso precedente, transformando a Banxico en una extensión financiera del gobierno, en lugar de una entidad autónoma dedicada a la estabilidad monetaria.
Aunque AMLO no logró concretar esta reforma durante su mandato, su intención de influir en el manejo de Banxico quedó clara. La sociedad mexicana debe mantenerse alerta ante cualquier intento futuro de reformar el artículo 28, ya que podría poner en riesgo la estabilidad financiera del país y la confianza en su moneda.
- Conclusión: La Autonomía de Banxico en la Mira
Con la salida de López Obrador del poder, el debate sobre el uso de las reservas de Banxico sigue siendo relevante. La idea de aprovechar estos recursos aún ronda en los círculos políticos. Las reservas internacionales no son un fondo discrecional del gobierno en turno, sino un escudo que protege a México de las crisis globales. Cualquier intento de debilitar esta autonomía, ya sea por presión política o reformas constitucionales, debe ser resistido en defensa de la estabilidad económica y la independencia financiera.
Los tres pilares constitucionales que protegen a Banxico no solo son esenciales para su autonomía, sino que también son un salvavidas para la sociedad mexicana frente a la manipulación política de los recursos financieros. La ciudadanía debe estar vigilante y exigir que el Banco de México continúe cumpliendo su misión: proteger el poder adquisitivo de la moneda y, con ello, el bienestar económico de todos los mexicanos.