Ricardo Del Muro / Austral
La presidenta Claudia Sheinbaum informó que el salario mínimo tendrá un aumento inicial de al menos 12% en 2025 y este incremento porcentual se mantendrá cada año para alcanzar la meta sexenal de que éste sea equivalente a 2.5 canastas básicas en 2030.
La mayoría de los representantes empresariales están de acuerdo en mantener la política de incrementos salarias que se inició en el sexenio anterior – para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores en el periodo neoliberal – pero la política salarial de Sheinbaum no sólo se enfrenta al reto que significa reducir la inflación, sino que las autoridades tendrán que encontrar mecanismos para enfrentar la especulación de los comerciantes, el empleo informal y la reducción de puestos de trabajo.
De acuerdo con el monitoreo que realiza la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), la canasta básica pasó de mil 695.50 pesos que costaba en septiembre a mil 700.50 pesos en el mes que transcurre, lo que se traduce en un aumento de cinco pesos. Sin embargo, el aumento de precios y la especulación varía de acuerdo al tipo de comercio y éstas prácticas se agudizan en las microempresas y en los pequeños comercios, donde los productos en ocasiones duplican sus precios en meses.
Tal parece que la reetiquetación de productos en los supermercados se ha convertido en un trabajo cotidiano y en otros productos de primera necesidad se realizan constantes mini incrementos de precios que buscan pasar desapercibidos para el consumidor. Este es el caso del agua embotellada, por citar un ejemplo, donde el precio del garrafón se está incrementando dos pesos cada dos meses.
En consecuencia, los aumentos observados en los últimos tres años en el ingreso laboral corriente se han visto diluidos por un incremento casi de la misma magnitud en el costo de la canasta alimentaria, indicaba un análisis de BBva realizado en septiembre del año pasado, que comparaba el poder adquisitivo en relación al periodo prepandemia, pero que sirve para mostrar la desigual relación entre el incremento de los salarios y el aumento de la canasta básica.
En el ámbito rural entre el primer trimestre de 2020 y el segundo trimestre de 2023, el ingreso laboral promedio aumento de 1,651 a 2,228 pesos en términos corrientes (34.9%), mientras que el costo de la canasta alimentaria pasó de 1,266 a 1665 pesos (31.5%). Así para los hogares rurales con menores ingresos, que gastan gran parte de sus ingresos en alimentación, el incremento de su ingreso real fue más cercano a 2.6% en el lapso de 13 trimestres.
Una situación similar ocurre en las zonas urbanas, el ingreso laboral per cápita creció de 3,173 a 4,163 pesos corrientes (31.2%) entre el primer trimestre de 2020 y el segundo de 2023; mientras que el valor de la canasta alimentaria urbana aumentó de 1,665 a 2,177 pesos (30.8%). El ingreso laboral per cápita tuvo un aumento de solo 0.3% en este periodo.
El proyecto de la presidenta Sheinbaum contempla dos metas en lo referente a la política de salarios. Primero, que para el año 2026 el salario mínimo sea equivalente a por lo menos dos veces la Línea de Pobreza por Ingresos Urbana (LPIU). De acuerdo con los últimos cálculos del Coneval, la LPIU registra actualmente un valor de 4,564 pesos mensuales. De manera que, en valores nominales actuales, el referente general de las remuneraciones sería de al menos 9,128 pesos mensuales, es decir, 301.20 pesos al día, en el año 2026.
En 2024, el salario mínimo es de 248.90 pesos al día (7,568 pesos al mes). De esta manera, con esta primera fase del proyecto, el aumento acumulado sería de al menos 20% en los primeros años de gobierno.
La segunda es la meta para el cierre del sexenio. Para el 2030, se plantea que este indicador sea “suficiente para que una familia tenga acceso a los productos básicos y una vivienda digna”, lo que implicaría llevarlo a por lo menos 2.5 veces la LPIU, lo que en valores actuales equivaldría a 11,410 pesos mensuales, es decir, 380.30 pesos diarios.
Además, como parte de esta política, la nueva administración federal impulsará también reformas al marco jurídico de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), para dotarla de “facultades para revisar la concentración que existe en los mercados laborales de las diferentes entidades, municipios e industrias del país, así como para perseguir y multar empresas que no cumplan con el pago del salario mínimo y proponer cambios en ciertas industrias para reducir el desequilibrio entre trabajadores y empresas”. RDM