Cicuta
Jaime Flores Martínez
Lunes 21 de octubre del 2024.- Emocionalmente despedazado por las críticas vertidas en su contra, el empresario bajacaliforniano Luis Arnoldo Cabada Alvídrez ya no halla como recomponer su imagen.
¡Cabada ya salió a dar la cara, aunque se mantiene refundido en su domicilio!
Y es que — el pasado lunes 7– Cabada destituyó “al aire” al conductor Gustavo Macalpin a quien sin mayor empacho le dijo que “era su último día al aire”.
¡Lo humilló en pleno programa!
Al dueño del Canal 66 de Mexicali las críticas se le vinieron en cascada e incluso Cicuta calificó de “vileza” el papel de este hombre.
Cierto que para el joven Macalpin el escandaloso despido representó la oportunidad de proyectarse a nivel nacional e internacional.
¡No todos los días el dueño de una televisora irrumpe en un programa para correr al conductor!
Fueron tantísimas las llamadas que recibió Macalpin para ser entrevistado, que seguramente entendió que esa coyuntura le permitiría un crecimiento inesperado.
Tan digno se puso al ser entrevistado, que Macalpin no dudo en disparar dardos envenenados a “su amiga” la gobernadora de Baja California Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Sin entrar en detalles, en una entrevista radiofónica dijo que los verdaderos amigos se manifiestan en persona e incluso escupió que la mandataria “debía condenar la humillante forma de su despido”.
Mas allá de la “vileza” mostrada por Cabada alguien debe decir que derivado de su craso error ahora lo tienen de los filamentos del genésico (los cabellos de su entrepierna).
Sépase que su también empleado Francisco Javier García Villanueva presume su magnífica relación con la gobernadora y se ufana de manejar a su antojo al propio Cabada.
Cómo será de venenoso que asegura que el día que se metió al estudio de televisión “estuvieron bebiendo” en la casa de gobierno.
¡Que ganas de mentir!
Según el dicho de García Villanueva, ese lunes estuvieron con la máxima pareja del gobierno estatal donde empinaron el codo a placer.
Hay quien opina que su dicho no es cierto porque nadie concibe que García consuma bebidas alcohólicas con su patrón, precisamente porque es “su patrón”, aunque habrá que subrayar que “jefe y empleado son compadres”.
En algún momento del supuesto convivio —habría dicho García— emergió el nombre de Macalpin y se aludió la costumbre de ese conductor de hacer “sátira política”, es decir, burlarse de los personajes que ocupan puestos de gobierno.
Tan irritado se puso Arnoldo Cabada que la combinación de furia y alcohol le indicaron que debía despedir a Macalpin.
Aunque el resto de la historia es harto conocida, el venenoso empleado Francisco Javier García Villanueva convenció a Cabada de hacer una aclaración pública.
La idea planteada era que el mismo Francisco Javier reconociera que Cabada se extralimitó al correr a Macalpin, pues se hacía necesario darle un “recargón” al —de por si—abollado Cabada.
El asunto es que García Villanueva se excedió en la golpiza mediática que le puso a su patrón.
¡No me ayudes compadre!
La serpiente disfrazada de Francisco García Villanueva “abolló” muchísimo más la imagen de su patrón, pues de esta manera se blindaba para que no lo corriera.
¡Cabada no se atrevería a despedirlo!
Además, García Villanueva ni se inmuta al pregonar que goza del apoyo y simpatía de la gobernadora, lo cual hace suponer que fue precisamente él quien incitó a Cabada a correr al copetón conductor.
Por lo pronto Macalpin ya tiene ofertas en medios nacionales, de tal forma que puede mofarse de Cabada, de la gobernadora y si no le representa desgaste, hasta de García Villanueva.
Por cierto, Cabada vomita a García Villanueva porque sabe que le puso en contra a la gobernadora.
Además, el empresario se resiste a mantenerse encerrado en su domicilio porque en la calle lo insultan.
Brozo
El “Payaso Tenebrozo” entrevistó el viernes a Macalpin y aprovechó para poner como “chancla” a Cabada y a García Villanueva.
Macapin le dijo a Brozo que debería asesorar a Cabada, a lo que el payaso respondió que “no asesoraba pendejos”.
También en la entrevista quedó claro que García Villanueva es el “Cain” moderno. El propio Macalpin lo dibujó de cuerpo entero.
Positivo
Qué bueno que la autoridad federal desplegó todos sus recursos para devolver la paz a la capital de Sinaloa y municipios aledaños.
La guerra desatada por dos grupos delincuenciales que demandan el control, mantiene aterrada a la sociedad sinaloense.
Ya se cumplieron 6 semanas de violencia intermitente y la gente de bien —que por cierto es muchísima— ya merece vivir en paz.
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