Día Hábil
En Tecpan de Galeana, Guerrero, ayer hubo 16 muertos en enfrentamientos a tiros.
En Acámbaro y Jerécuaro, Guanajuato, dos autos-bomba.
En Culiacán, Sinaloa, y 19 muertos en tiroteos.
En las cámaras de senadores y de diputados, el cinismo de Félix Salgado Macedonio, Rubén Rocha Moya y el inédito pero no sorprendente permiso para desobedecer la ley, que se otorgó a Claudia Sheinbaum Pardo.
No se ría, es el gobierno que 36 millones de mexicanos escogieron, por el que votaron.
Es el gobierno que 2.77 billones de pesos -sí, millones de millones de pesos- regalados vía pensiones y becas, compraron.
La violencia que heredó Andrés Manuel López Obrador con su ridícula estrategia abrazos, no balazos, tiene a México hundido en la peor crisis de seguridad de su historia y con un Poder Judicial destrozado por el gobierno federal.
Nada más 199 mil 952 ejecutados, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) en ese gobierno fallido, fracasado, del acomplejado sujeto que vivió en Palacio Nacional casi seis años.
PERMISO PARA DESOBEDECER
Mientras el país arde, Claudia Sheinbaum Pardo encabeza la ofensiva en contra del Poder Judicial que comenzó su impulsor, el que se fue a La Chingada, y desacata las órdenes judiciales sabedora de que no pasa nada.
Sorprendentemente, el Senado autorizó a Sheinbaum no obedecer, no acatar, “al fin que no pasará nada”.
Y pasó.
Ridículamente lo votaron y todavía Noroña se atrevió a presumir que habìa una mayorìa calificada y, por mucho, sobrada.
Vámonos:
Rosario Piedra Ibarra cínicamente quiere reelegirse en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Son unos sinvergüenzas.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex