• Cárdenas va al foro del Senado
• Es pura simulación, acusa AMLO
¿Es imprescindible reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para modernizar, hacer más productiva y competitiva a Petróleos Mexicanos? ¿Es condición sin la cual no darle entrada a los capitalistas extranjeros?
En este punto está la contradicción nacional, que volverá a meter en problemas a los habitantes de la ciudad de México con las marchas anunciadas por Andrés Manuel López Obrador y sus millones de seguidores.
El presidente Enrique Peña Nieto considera ineludible cambiar los artículos constitucionales 27 y 28, para dar cabida en la operación de Pemex a poderosos inversionistas nacionales y extranjeros, porque éstos inyectarían abundante liquidez a la empresa para explorar, extraer y beneficiar el petróleo de aguas profundas en el golfo de México, donde existen mantos de aceites suaves, más fáciles de comercializar que el crudo pesado que se extrae de los mantos continentales.
Una buena parte de los mexicanos piensa que las reformas constitucionales a los artículos 27 y 28 darían pie para privatizar el petróleo, para pasar de los contratos de utilidad compartida, propuestos en la iniciativa del presidente de la república, a las concesiones de mantos petrolíferos, expropiados en 1938 por el general Lázaro Cárdenas del Río.
Los dirigentes más significativos de la izquierda – Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador, olvidaron rencillas políticas y se unieron para presionar al gobierno de Peña Nieto a fin de echar abajo la iniciativa de reforma constitucional.
El Senado de la República acordó que hoy lunes 23 se inicie una serie de foros de consulta para analizar las distintas iniciativas presentadas, (Aparte de la de Peña Nieto, presentaron iniciativas el PAN y el PRD).
El partido albiceleste considera tímida la propuesta del gobierno e inclusive busca mucho mayor participación privada en la propiedad del petróleo. EL PRD presentó una propuesta fundamentada en los planteamientos de Cárdenas Solórzano, que no está de acuerdo con la reforma a los artículos de la Constitución, que garantizan al Estado mexicano la propiedad de los minerales estratégicos sin ninguna posibilidad de retroceder al estatus anterior a la expropiación del 18 de marzo de 1938.
Los priístas apoyan a ciegas la iniciativa presidencial. Aseguran que la reforma energética enviada por el Ejecutivo busca hacer los cambios idóneos para aprovechar el recurso natural, que se tiene en abundancia y que seguirá siendo de todos los mexicanos, pero que no ha podido ser un verdadero motor de desarrollo para el bien de todas las familias mexicanas: Palabras textuales de la senadora priísta, Lilia Merodio Reza, vicepresidenta del Senado.
Para la primera sesión de la consulta están programada la participación de Cuauhtémoc Cárdenas, entre otros como Federico Reyes Heroles, Juan Pardinas, del IMCO; Jaime Zabludovsky, de Comexi, y Jordy Herrera, titular de Energía en el último trecho de Felipe Calderón.
Todos estarán de acuerdo en que es urgente un cambio en el sector energético, principalmente en Pemex, pero diferirán frontalmente en los medios para lograrlo. López Obrador, quien declinó la invitación, difiere de Peña Nieto y de Cárdenas Solórzano. Mientras que Cuauhtémoc decidió participar en los foros del Senado, el dirigente del Movimiento de Renovación Nacional está seguro de que el ejercicio senatorial será una simulación, porque todo está ya decidido en Los Pinos y avalado por el PRI y por el PAN.
Cárdenas Solórzano llamó a una movilización nacional “que eche abajo” la pretensión del gobierno de Enrique Peña Nieto de modificar la Constitución. Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) pueden convertirse en empresas altamente productivas sin tocar el texto constitucional. Éstas son las tesis fundamentales en las que insistirá hoy lunes Cuauhtémoc en el foro organizado por el Senado. Peña Nieto alega todo lo contrario, “para bien de México”.
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