POR: RICARDO BURGOS OROZCO
El próximo 5 de noviembre son las elecciones presidenciales en Estados Unidos y la contienda está muy reñida entre Donald John Trump, de Partido Republicano y Kamala Devi Harris, del Partido Demócrata, después que tuvo que sustituir de emergencia como candidata al actual mandatario, Joe Biden, cuando todo el mundo observó que por la edad y sus padecimientos, era imposible que aspirara a otros cuatro años en la Casa Blanca.
Las encuestas refieren que Trump y Harris van a llegar empatados al día crucial con un 48 por ciento para ambos. La elección en Estados Unidos es diferente a lo que sucede en México que gana quien tenga la mayoría simple. En la Unión Americana los ciudadanos no eligen directamente al presidente; el resultado lo decide el Colegio Electoral compuesto por 538 electores (un elector por cada miembro del Congreso norteamericano más tres por el Distrito de Columbia). Se necesita una mayoría simple de 270 de esos votos electorales para ganar los comicios.
Kamala Harris, actual vicepresidenta, fue elegida candidata el 23 de julio pasado con el apoyo de mil 976 delegados en la Convención Nacional Demócrata. Tiene el apoyo de los expresidentes Bill Clinton y Barak Obama. Nació el 20 de octubre de 1964; es abogada; fue la primera senadora indo estadounidense por California; fue fiscal general de California entre 2011 y 2017.
La candidata ha llevado una conducta y una carrera política ejemplar y de éxito. En contra tiene la misoginia y el racismo acendrado de muchos norteamericanos, que no permiten que las gobierne una mujer, una persona de color o una política hija de inmigrantes indios. Sin embargo, su campaña ha sido brillante, con las promesas que no seguirá la misma línea de Joe Biden, cuyo gobierno ha sido muy criticado por su tibieza y falta de decisión ante las problemáticas internas y externas – finanzas públicas, desempleo, aborto, Israel, Rusia –. También ha recibido millones de dólares de apoyo lo que significa que una gran cantidad de ciudadanos la están apoyando decididamente.
Donald Trump, un empresario exitoso y un político radical, ya fue presidente de 2017 a 2021. Perdió su reelección precisamente con Joe Biden. Desde esa derrota no ha dejado de hacer campaña, pero en estos años se han descubierto actos presuntamente criminales de parte de él. La actriz de cine para adultos, Stormy Daniels, ha alegado que ella y el expresidente tuvieron una aventura en 2006, aunque él lo niega, pero la divulgación de su situación financiera anual reveló que había reembolsado un pago a su abogado para ella por 130 mil dólares.
El empresario y político también enfrenta 34 acusaciones por delitos penales – cometidos entre agosto de 2015 y diciembre de 2017 — por falsificación de registros comerciales en primer grado; Trump también se ha declarado culpable por haber preparado una serie de pagos para comprar el silencio de tres personas antes de las elecciones presidenciales de 2016.
Lo más grave fue el 6 de enero de 2021 cuando unas diez mil personas, la mayoría seguidoras de Trump, marcharon hacia el Capitolio y unas 800 irrumpieron en el edificio mientras se estaba certificando la victoria electoral de Joe Biden. Hubo cinco muertos y alrededor de 140 policías heridos. Unas horas antes, Donald Trump acusó de fraude el resultado de las elecciones, lo que se presume exacerbó a sus simpatizantes y como consecuencia, actuaron violentamente. El empresario todavía no reconoce el triunfo del demócrata.
Durante su campaña, Trump – un racista declarado — se ha dedicado a insultar descaradamente a Kamala Harris. La ha llamado “vaga y estúpida”, “desagradable” y que “ha engañado a los votantes con su raza”. Por supuesto, ella ha respondido que él está cada vez más desquiciado e inestable; nada alejada de la realidad.
Millones de ciudadanos norteamericanos van a votar por Donald John Trump porque ven en él a un líder, fuerte y enérgico que los puede sacar de la crisis financiera, económica y de desempleo en la que se encuentra Estados Unidos, pero el 5 de noviembre, el día de las elecciones, deben recordar que su candidato es un presunto criminal.
Una entrega de Latitud Megalópolis para Índice Político