Día Hábil
Andrés Manuel López Obrador consiguió lo que quería: acabar con el Poder Judicial pero, básicamente, con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La incongruencia, la mentira, la manipulación son el hilo conductor de esta pesadilla que vive México con el gobierno que comenzó en 2018 y que continuará, cuando menos, hasta 2024.
-Ya le toca al viejito. Ya fueron 78 años de PRI y 12 de PAN y seguimos igual.
Total, no podemos estar peor, decían los mexicanos.
Pero sí, estamos peor.
Y sí, “López Obrador, un peligro para México” siempre fue y es verdad.
Cuánta razón tenía esa campaña negra, autoría del español Antonio José Solá Reche.
Un sujeto acomplejado, rencoroso y vengativo que llegó a la Presidencia y en seis años destruyó instituciones con el argumento, la narrativa de que significaban un gasto innecesario, tiene hoy a México sumido en una de las peores crisis de constitucionalidad de su historia.
Los ocho ministros de la SCJN renunciaron ya.
Y son tan miserables en la autollamada Cuarta Transformación que les regatean la pensión como si todos ellos no precibieran verdaderas fortunas, por encima de cualquier trabajador del pueblo bueno, al que dicen defender.
Gerardo Fernández Noroña, en Senadores, y Ricardo Monreal Ávila, en Diputados, quienes, además, muestran su ignorancia o su maldad cuando dicen que tal vez rechacen las renuncias cuando saben perfectamente que no aplica ya que la reforma que ellos aprobaron y la que es materia de discusión prevé esa opción: la renuncia… y la pensión.
¿Excesiva?
Cierto
¿Clasista?
Cierto
¿Un abuso?
También es cierto, pero es un derecho y debe respetarse.
Humillar a los ministros, exhibirlos y mofarse de ellos, tal como hacen los morenistas, es no tene madre.
Es confirmar que son una bola de patanes, de bárbaros que está en el poder más por los errores de sus adversarios que por méritos propios.
Porque la consigna de López Obrador y, en consecuencia, de Claudia Sheinbaum Pardo es acabar, pisotear, extinguir a esa Suprema Corte que cometió la osadía -según él- de echar abajo sus locuras, conforme a derecho.
Pero lo que más molestó al tabasqueño fue que la Corte evitó la llegada de la plagiaria de tesis, Yasmín Esquivel Mossa, esposa de José María Riobóo, su amigo y contratista consentido, a la presidencia del máximo tribunal y que fuera Norma Lucía Piña Hernández quien ocupara ese sitio, dejado por el zalamero Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.
Norma Piña, Margarita Ríos Farjat, Jorge Pardo, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Alberto Pérez Dayán, Juan Luis González Alcantara, Javier y Luis María Aguilar presentaron su renuncia y se hará efectiva a partir del 31 de agosto de 2025, conforme a la reforma aprobada por este gobierno de cuarta.
A Luis María Aguilar sólo le quedaba un mes como ministro, ya que su periodo concluía el próximo 30 de noviembre.
Yasmín Esquivel Mossa fue bloqueada en la SCJN porque se robó las tesis para graduarse de nivel licenciatura en Derecho de la FES Aragón dela UNAM y de doctorado en la Universidad Anáhuac.
Claudia Sheinbaum Pardo, siguiendo el libreto o guion que Andrés Manuel le envía todos los días, se ensaña, disfruta exhibiendo a los ministros y burlándose de ellos.
Y por eso se acabó el INAI y otros organismos autónomos y por eso no puede ni podrá cambiar de opinión respecto a todo lo que López Obrador le dejó iniciado.
Dice Sheinbaum que los ministros renunciaron sólo para mantener sus haberes o prestaciones y llevarse una millonada.
Margarita Ríos Farjat le dio una bofetada con guante blanco: en su carta de renuncia anuncia que rechaza la pensión que le correspondería.
¿Qué tal?
¿Y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y Olga Sánchez Cordero, ministros en retiro de la Corte, cuándo van a renunciar a sus millonarias pensiones, igualitas a las que los ocho ministros que renunciaron pueden disfrutar?
Lenia Batres Guadarrama, Loretta Ortiz Ahlf y, por supuesto, Yasmín Esquivel no sólo participarán en el concurso-tómbola-lotería-farsa para elegir una nueva Corte: una de ellas será la presidenta.
¿O lo duda alguien?
Son unos miserables doble moral y doble discurso.
El cuento del tabasqueño fue siempre que el Poder Judicial invadía funciones y que pretendía legislar.
Falso, la Corte está para eso, para contener a un demente que ocupe la Presidencia y quiera acabar con todo lo establecido
Desafortunadamente para México y para futuras generaciones, el lopezobradorimo se impuso y en una abierta y franca venganza se dedicó a destruir a la Corte para integrar una que sirva a sus intereses.
Desafortunadamente para México, López Obrador continúa mandando y Claudia Sheinbaum no tiene la menor posibilidad de rechazarlo u oponerse.
Tiene que obedecer y punto.
Pobre México y pobres mexicanos.
Vámonos: Primer periodista a la cuenta de Claudia Sheinbaum: Mauricio Cruz Solís ejecutado en Uruapan, Michoacán.
Lo bueno que la violencia y el crimen van a la baja.
alberto.montoya@diahabil.com.mx @albermontmex