Columna de Opinión
Si algo siempre se ha defendido en los últimos años es reducir las burocracias, dejar atrás aquellas épocas donde los procesos eran largos y complicados, a papel y sobre todo con muchas trabas para completar todo el procedimiento. Sin embargo, la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos marca una nueva tendencia que posiblemente se pueda ver influenciada por el magnate Elon Musk.
Un ejemplo de cómo Musk ha revolucionado con su modelo de gerencia es viendo la transición de Twitter a X. Acciones certeras como desregulación, o la reestructuración de la planta ejecutiva cambió mucho el presupuesto y el funcionamiento de la aplicación, y que podría implementarse en la administración pública para reducir gastos y agilizar procesos, y los potenciales beneficios para la economía y el sector privado, algo que siempre hemos apoyado sumado al uso de la Inteligencia Artificial para ahorrar tiempo y esfuerzo innecesario que los gobiernos quieren mantener por ideas obsoletas definitivamente.
Esto no significa que se busque una eficiencia extrema que busque borrar a todos los trabajadores o dejar todo en manos digitales, al contrario, se busca que los actuales funcionarios optimicen sus procesos para enfocarse en objetivos que beneficien realmente al grueso social como sería en sectores muy poco optimizados como la seguridad social o la medicina pública.
Ahora hay siempre algo muy importante, no dejarse aprovechar de los magnates o figuras públicas, se debe analizar las implicaciones de que figuras privadas como Musk, con intereses en contratos de defensa y tecnología, tengan influencia en políticas gubernamentales, y si es posible una verdadera separación entre el interés privado y el interés público, pues buscar la eficiencia en el sector público no significa dejar que los ricos se aprovechen de todos y nos restrinjan a sus intereses.
Este tema no solo es relevante en el contexto de EE. UU., sino que también podría abrir el debate sobre si en México es posible o deseable introducir modelos de eficiencia inspirados en Silicon Valley para reducir la burocracia y mejorar la administración pública, protegiendo algo que nos han quitado: la libertad.