* El proyecto del Presupuesto de Egresos 2025 inicia el resquebrajamiento de los cimientos del segundo piso. Reducciones en lo esencial, que es la salud. ¿Puede un alumno enfermo cumplir con su tarea, un obrero enfermo con su contrato laboral, un oficinista o un servidor público con la atención a los causantes? ¿Puede una presidenta de la República aquejada de males, gobernar? Adiós al mito de primero los pobres, lo que logran con los plásticos del bienestar es un México de agachados
* “Enfatizó que el pueblo de México eligió a sus gobernantes, diputados y senadores, y quiere elegir a sus jueces, magistrados y ministros, por lo que no vamos a bajar esa publicación, porque la jueza no está en su derecho”. Si están tan seguros, que procedan a una consulta, con todas las de la ley, cuyo resultado sea vinculante. No como la del aeropuerto de Texcoco, no, que se informe a la población y se acuda a las urnas con las formalidades de una elección. ¿Lo harían? Tengo la certeza de que no
Gregorio Ortega Molina
Se fortalece la sensación de que la narrativa política de la 4T -sobre todo la del segundo piso- es la continuación de esa magnífica novela de Leonardo Sciascia, El Consejo de Egipto. Han falsificado todo y están en proceso de la destrucción de las instituciones, para hacernos vivir en esa impostura que sustituye la realidad por los deseos de los gobernantes.
Totalmente engolosinados en su propia y muy elaborada falsedad, tienen la certeza de que todos nos tragamos el cuento de que la elección de junio determinó, por ella misma, la voluntad popular para demoler al Poder Judicial de la Federación, en la absurda lógica de que como las propuestas de reforma constitucional fueron enviadas al Congreso en febrero, los sumisos electores cuya voluntad es determinada por los plásticos del bienestar, supieron en tiempo y forma que, además de a la titular del Ejecutivo y diputados y senadores, también su voto determinó lo que hoy gritan a voz en cuello: ¡así lo desea la población!
Lo cierto es que lo que nos venden con certeza de políticos y publicistas impreparados, dista mucho de confirmarse como una verdad aprobada por el único hecho incontrovertible: las consecuencias de las decisiones tomadas, pero no asumidas, por Andrés Manuel López Obrador y mucho menos por Claudia Sheinbaum Pardo. Lo que sí puede someterse a la prueba del ácido -como decíamos de adolescentes- es que una y otra vez no nada más incumplieron su mandato constitucional, sino que mancharon, con sus actitudes prepotentes, ofensivas e incluso soeces, el concepto del servicio administrativo, político y ético que debe guiar el acto de gobernar.
La efeméride es clara: “Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, afirmó que la jueza Nancy Juárez Salas se extralimitó al ordenar a la Presidencia de la República y al Diario Oficial de la Federación (DOF), que elimine el decreto que valida la reforma al Poder Judicial que plantea la elección de jueces, magistrados y ministros por voto popular.
<<Una jueza quiere que quitemos del Diario Oficial de la Federación -donde se publican las reformas-, que bajemos la reforma constitucional por un amparo. Hoy en la mañana estaba leyendo la Ley de Amparo y en el artículo 61 dice que la Ley de Amparo no puede incidir cuando hay reformas constitucionales. La jueza se está extralimitando>>.
“Enfatizó que el pueblo de México eligió a sus gobernantes, diputados y senadores, y quiere elegir a sus jueces, magistrados y ministros, por lo que no vamos a bajar esa publicación, porque la jueza no está en su derecho”.
Si están tan seguros, que procedan a una consulta, con todas las de la ley, cuyo resultado sea vinculante. No como la del aeropuerto de Texcoco, no, que se informe a la población y se acuda a las urnas con las formalidades de una elección. ¿Lo harían? Tengo la certeza de que no.
Carecen de la voluntad para iniciar una auténtica transición, un verdadero cambio, como lo muestra el proyecto de la Ley de Ingresos y Presupuesto de Egresos 2025.
Quizá podamos iniciar el juego de las percepciones para transformar una promesa política en verdad, y nos damos cuenta que lo que parece ser dejó de serlo con la compra de la voluntad, ahora sujeta a un pago bimestral. No siempre lo que parece es.
El proyecto del Presupuesto de Egresos 2025 inicia el resquebrajamiento de los cimientos del segundo piso. Reducciones en lo esencial, que es la salud. ¿Puede un alumno enfermo cumplir con su tarea, un obrero enfermo con su contrato laboral, un oficinista o un servidor público con la atención a los causantes? ¿Puede una presidenta de la República aquejada de males, gobernar? Adiós al mito de primero los pobres, lo que logran con los plásticos del bienestar es un México de agachados.
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@OrtegaGregorio