El verdadero problema de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo en su calidad de primera Magistrada de la Nación y de su segundo piso de la Cuarta Transformación de la República es a no dudarlo la justicia.
En concepto de la Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, el antepuesto problema deriva en la deficiente aplicación de los preceptos vertidos en el Pacto Federal, los cuales conducen a una raíz común; no se aplica o no se quiere aplicar la auténtica existencia de la separación de poderes.
La referida ausencia provoca grandes desequilibrios institucionales que se convierten en fuentes inagotables de corrupción. El señor Lic. Ricardo Franco Guzmán, en recientes horas ha efectuado un reproche de valor histórico dirigido a todos aquellos jueces, magistrados y/o ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que obedecen a órdenes inconducentes emitidas por el Poder Ejecutivo Federal o por el poder Legislativo, según el jurista de grandes enseñanzas: ‘’cualquier profundo desequilibrio institucional es, en definitiva, corrupción’’.
Para grandes togas independientes de la República es muy criticable que los impartidores de justicia anden ensuciando la toga al obedecer y cumplir órdenes de sus superiores jerárquicos y/o de aquellas que son emitidas por los diversos poderes de la Federación.
No somos escasos los que pensamos que nuestros queridísimos Constituyentes del 17 temían que, después de una larga dictadura se produjese un desbordamiento de tendencias ácratas que expandieran o pudieran conducir a la invasión o destrucción de las instituciones básicas del Estado, por excesivos afanes de participación. En la opinión de diversos legisladores y togas independientes que no coinciden con la forma de pensar de algunos gobernantes: México no merece ni aquel, ni ninguna otra nueva dictadura.
El Ateneo de Estudios Jurídicos Penales del Colegio Nacional de Abogados expone: que en décadas recientes, nuestra Constitución digna y decente fue aprovechada para el descontrol y corrupción de un poder que fue ejercido sin escrúpulos y al margen del Derecho, del interés público y del bien de México.
Frente a esa infortunada realidad, solo existe un mecanismo efectivo de limitación y vigilancia que lo es una justicia digna que no se encuentre ni invadida ni acosada por ningún otro poder.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortíz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..