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Liberta Juez a dos Asesinos
Desde que el presidente de México regañó al gobernador de Morelos por el pésimo estado de la red carretera estatal, a su paso de Axochiapan a Puebla en 2019, los caminos de la entidad debieron ampliarse porque ya no había espacio para más baches.
Las carreteras estatales parecen avenidas de suburbio bombardeado. No hay necesidad de recorrerlas para obtener certeza. Basta con saber que ese gobernador era Cuauhtémoc Blanco, un hombre que el próximo mes cumplirá —es lo único que cumple— 52 años de edad y que el domingo festejó el triunfo del equipo de futbol América con moditos de edad mental de seis años y coeficiente intelectual de 69 puntos.
Abandonado Morelos, desconocido el destino de los presupuestos federal y estatal para cada rubro, el gobierno margarista ha dispuesto la realización de tres obras emblemáticas: el Circuito Tierra y Libertad de rehabilitación integral de la abandonada red carretera, el Distribuidor Vial de la Universidad estatal y la construcción de un moderno Centro de Convenciones de carácter internacional.
La rehabilitación carreteril ya empezó y Adolfo Barragán, secretario de Infraestructura, responsable de las tres magnas obras, debe tener una o dos casi listas. El distribuidor vial, autorizado por la presidenta de México, está contemplado en el catálogo de obras y en el presupuesto federal, y por lo tanto se ejecutará al estar concluido el proyecto por la Universidad nacional.
El centro de convenciones ya tiene espacio físico y se ubicará al oriente de Cuernavaca, en una zona privilegiada y de fácil acceso, pero el gobierno municipal busca trabas en la autorización —licencia de construcción, cajones de estacionamiento y servicios como drenaje y agua potable, áreas verdes—.
Todos quisiéramos ver al guapo de la Secretaría municipal que no llega al día de reyes o de Obras Públicas, que pida diezmo de 20 por ciento, como ha ido y hay señalamientos de corrupción tres años sin descanso —«Oiga, ¿y cómo le hacemos?».
Esas tres obras sin duda son relevantes por necesarias y obligan a una revisión aún a vuelo de águila, porque el presupuesto de seis años atrás fue bajo en obras públicas, pues quien ejecutó obra en los municipios fue el gobierno de la República, que hizo pasar como propias el astuto exmandatario. Bajo presupuesto, porque con esa zorrería se dotó de más dinero al Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia Bravo, Blanco, Molina, Fernández, León, Rezende, Moreira y asociados.
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Antes de su destierro laboral a causa de tantos problemas de vacíos de autoridad y excesos de poder, Jorge Gamboa anunció su última navidad como magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, al negociar una importante posición en la Ciudad de México***. El manotazo de Margarita González-Saravia al escritorio más amplio de Leyva 7, por la liberación de dos hombres condenados a 70 años de prisión por homicidio, se oyó en Palacio Nacional y hoy será atendido por la presidenta Claudia Sheinbaum, en Acapulco***. La propia mandataria instruyó al secretario de Gobierno, Juan Salgado, sea interlocutor con el TSJ y la Fiscalía general, para que, en observancia a su autonomía, solicite información vía epistolar y sea revisada la actuación de un juez que ordenó la liberación de los delincuentes.