homopolíticus
- Desafuero del Cuauh, Dable
De ser encontrados culpables Cuauhtémoc Blanco y socios, por la comisión del delito de Peculado, podrían llevar su proceso penal en libertad, no así por el delito de Corrupción, que se paga con cárcel sin derecho a fianza.
La libertad del peor gobernador de la historia de Morelos y peor del país durante el lopezobradorismo, está en riesgo.
Pedirá que lo investiguen —«El que nada debe, nada teme»—, pero que se vaya quitando el traje de buzo —«Tengo la conciencia tranquila»—, porque el uniforme penitenciario es posible. Sí debe y no está tranquilo —«Aquí está papá»—.
El sábado último, la gobernadora de Morelos, Margarita González-Saravia, instruyó a contralora y consejero jurídico que hagan públicas las anomalías detectadas durante la transición administrativa de otoño último, entre gobiernos saliente y entrante.
No es un asunto cosmético, sino de justicia.
Como el equipo mexicano de natación artística que ganó medalla de oro en París, los funcionarios del margarismo hicieron largos días nado sincronizado contra sus antecesores, mediatizando las acciones voluntarias o imprudentes, institucionales o personalísimas, que hoy serán oficializadas en una rueda de prensa que promete carne tártara.
En el cuauhtemato nadie se mandaba solo, ni siquiera el mandatario de jure. Hubo un poderoso gobernador de facto que alegremente recibía fajos de hidalgos y juárez: su hermano uterino Ulises Bravo. Tan sólo en el Instituto de Educación Básica, bajo la dirección de Eliacín Salgado —el Rey del Acarreo—, versiones no oficiales cuentan desvíos por al menos 350 millones de pesos.
Se encontraron rastros de corrupción en el fideicomiso Lago de Tequesquitengo, educación, desarrollo agropecuario, agua, obras públicas, desarrollo sustentable, transportes, DIF… Hasta en la tarea de evitar dejar huellas dactilares fallaron. Si el desvío de recursos se hizo para obtener dinero, el delito no grave de Peculado se convierte a Corrupción, que amerita prisión preventiva oficiosa.
Ciertamente el señor Cuauhtémoc goza de inmunidad constitucional, la que podría desfacer su headhunters que al final recibió trato de apestado, el diputado federal Hugo Éric Flores —«el proceso de desafuero de Alito Moreno sigue abierto»—, presidente de la Comisión Jurisdiccional encargada de calificar la procedencia de esas acusaciones graves y otras peores.
Para seguir Flores esa ruta legislativa-judicializable, el zar anticrimen Uriel Carmona debe solicitar formalmente el desafuero del diputado Cuauhtémoc, que sus iguales Sandra Anaya, Ariadna Barrera, Juan Ángel Flores y Agustín Alonso chico obedecerían votar a favor.