NO PASA….NADA
Por: Jesús Solano Lira
Uno, tras de otro fueron los errores que cometió durante su sexenio Andrés Manuel López Obrador, su afán por ser reconocido como el mejor presidente que haya tenido México lo llevaron a abrir la frontera sur a todos los migrantes que pretendían llegar a Estados Unidos. El resultado fue desastroso, como no recordar aquella foto con los entonces gobernadores saliente y entrante de Chiapas, Manuel Velasco, del Partido Verde y Rutilio Escandón, de Morena, que solo envilecieron la vida de los chiapanecos, cuando el tabasqueño prometió dar empleos y garantizar la seguridad de los indocumentados en su paso por México.
Las caravanas se sucedieron una tras otras, la política del NO PASA…NADA, que aplicó el que se fue a “La Chingada”, ocasionó una de las crisis migratorias más graves de las que se tenga memoria en la historia del país.
Su populismo y falsas promesas a los migrantes las frenó en aquel entonces su homólogo de Estados Unidos, Donald Trump, quien amenazó con imponer un arancel del 5% a todos los productos mexicanos, en una palabra, dobló a López Obrador, quien mando a miles de elementos de la Guardia Nacional a contener las caravanas de migrantes.
Las confrontaciones fueron el pan de cada día en los límites de Chiapas y Guatemala. Durante su peregrinar por México los indocumentados fueron vejados, secuestrados, extorsionados y asesinados por grupos de la delincuencia organizada. Los campamentos de migrantes aparecieron por doquier, las escenas son más que lamentables, cientos de ellos viven hacinados incluso en la Ciudad de México y el Estado de México. Y la historia se repetirá nuevamente.
La amenaza de Donald Trump, quien este lunes toma posesión como presidente de Estados Unidos, de iniciar una deportación masiva de indocumentados verdaderamente es alarmante, porque no hay condiciones de recibirlos y atenderlos, tan es así que el Instituto Nacional de Migración y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados se han visto rebasados.
Además, qué decir de los gobiernos de Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, que se han sumado a las temerarias declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, de que están preparados para atender la crisis que se avecina, es neta, en verdad están preparados, si todas sus estrategias de contención de crisis las hacen sobre las rodillas.
No sé Rick, pero creo que son faltas esas expectativas. La que sí es una realidad, es la amenaza del magnate estadounidense. De acuerdo con una investigación de los reporteros del New York Times, Zolan Kanno-Youngs y Hamed Aleaziz, el plan de deportación de Trump podría comenzar, a partir de mañana en Chiacago.
El plan denominado “Operación Salvaguardia”, será la mayor operación de deportación de la historia de Estados Unidos, y duraría hasta el próximo lunes 27 de enero, sin embargo, la fecha no está plenamente confirmada y podría cambiar, según fuentes cercanas al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas.
Según los reporteros del Times, aunque la magnitud de la operación no esta clara para los elementos del ICE, se han tomado medidas adicionales, y se solicitó a cientos de agentes participar voluntariamente en la operación que iniciaría en Chicago, una de las ciudades considerada “Santuario”, cuyas autoridades se niegan a entregas al gobierno federal a los inmigrantes detenidos por la policía.
Y al igual al populista que tuvimos aquí, el de allá tiene un severo problema para consolidar su tan anhelado plan de deportación masiva de indocumentados: un gran reto financiero y logístico. Quiúboles, como decía mi abuelita, donde quiera se cocen habas y de lengua me como un taco.