La Espinita
Andy S. K. Brown
- Estoy en un chat de Signal ¡con CSP!
- Ni Lenia, ni Yasmín. Loretta ¿acaso?
- Ebrard en el “puente roto” DC – CDMX
Desconozco quién fue el maloso que me incluyó en un chat de la plataforma de mensajería Signal en el que, horas antes de la atípica sesión del martes en San Lázaro, se discutía en torno a la posibilidad de desaforar a Cuauhtémoc Blanco, pero sigo ahí, hasta que me saquen, pero sólo es para pasarle corriente.
En fin. Le puedo platicar como fue que “la señora”, como se identificaba en el chat, fue la primera en enviar un texto a Ricardo en el que preguntaba si ya se había arreglado el “asunto” con Eric.
También como Ricardo le respondía que el tal Eric ya había aplacado a los disidentes de “la Instructora”, aunque con Germán era imposible. Que ya estaba “planchado” el asunto y que todo saldría bien, como deseaba “el señor”.
Ahí sí no supe identificar si Ricardo se refería a Dios o al ídolo de Casa “La Chingada”.
Le añado que la señora mostró su agrado con el clásico emoji del dedo levantado, para posteriormente textear que, si en ello le había ayudado Adán pues también tiene línea directamente con “el jefe”, a lo que Ricardo respondió que no, que él solito había soltado el billete y, en otro caso, la amenaza.
Otro dedo arriba de la señora apareció en la pantalla. Y una línea abajo un seco “a’í te encargo”.
Fue entonces cuando por el gran emoji rojo con el signo de interrogación que por curioso envié al chat –periodista, al fin– provocó que se dieran cuenta de mi presencia en la conversación.
Pero la culpa no es mía. Ahí me incluyó algún malqueriente.
Al principio creí que me estaban buleando. Pero al constatar que lo que se chateaba coincidía con lo sucedido el martes en la Cámara Baja (cada vez más baja) “me cayó el veinte” de que sí, que era verdad, que estaba en medio de una conversación de pretendidos altos vuelos con “la señora” y con Ricardo, que perspicaz que también soy, luego, luego identifiqué con los apellidos Sheinbaum y Monreal.
Eso les pasa por usar plataformas que, como Signal, no son del todo impenetables.
Y menos si, por tarados, incluyen en el chat a un chismoso como yo.
* * *
Ni a cuál irle. Ambas quieren encabezar la que volverá a ser “la Corta” de Justicia.
Una es ignorante, grosera y dilapidadora de dineros públicos para su promoción personal.
La otra ha hecho uso de sus recursos económicos –que no son pocos– y de su influencia en juzgados y tribunales para amenazar ¡a la UNAM! y, ahora, para que una jueza ordene que el exrector Enrique Graue y el exdirector de la FES Aragón, Fernando Maceda, a que le paguen 15 millones de pesos a su maestra en plagios –de las 500 que ésta asesoró, según su dicho, muchas fueron plagios de otras previamente presentadas–, lo que amenaza con una revuelta en la comunidad universitaria de todo el país.
Ni a cuál irle, repito.
La primera acaba de obtener otra mancha en su gruesa piel de tigresa, luego de que su hermano enviara a la presidente para su firma una iniciativa de ley que ella luego se vio obligada a retirar por la exigencia magisterial –con marchas y plantones al canto– que se le armó verdaderamente en serio.
Si la decisión, como casi todas, depende de usted YSQ, este debe estar arrepentido de haberles dado alas a las dos ministras.
Él quiere que sea una mujer quien encabece al Poder Judicial, ya deformado, a partir de septiembre.
Todavía tiene un carta que no se le ha quemado y que además ha mantenido un papel discreto.
Se llama Loretta Ortiz Ahlf.
* * *
Desde febrero, Marcelo Ebrard, en su papel de titular de Economía del segundo sexenio de AMLO, ha viajado cinco veces, cinco, a la capital estadounidense donde se ha reunido con funcionarios del segundo periodo del Orange Trump.
Prácticamente y sin permiso de Aeronáutica Civil, ya estableció un puente aéreo CDMX – DC – CDMX.
¡De nada sirvió!
El puente unió capitales nacionales, pero mantuvo divididas, casi rotas, a las administraciones públicas de Estados Unidos y México.
Viajes infructuosos.
¡Los aranceles van!
@AndySKBrown1