La Espinita
Andy S. K. Brown
- ¡A besar el trasero de Trump, Marcelo!
- Le llueve tupido a Adán Augusto López
- López-Gatell ya no mata… ni de la risa
Por fuera mucho lujo y por dentro del reborujo.
Así podría definirse al Orange Trump que vimos hace dos noches, enfundado en caro esmoquin, y presumiendo que algo así como representantes de 70 gobiernos nacionales ya se habían acercado a la Casa Blanca “para besarle el trasero”.
Vulgar, sería otro de los muchos calificativos peyorativos que en todo el mundo se le endilgan al mandatario estadounidense.
Pero tal parece ser la única receta que su enorme egolatría está prescribiendo a los negociadores que buscan que su gobierno recapacite y haga descuentos o rebajas a los aranceles que impuso la semana anterior.
En tal sentido, el gobiernito de la 4T va de gane.
Su negociador estrella, Marcelo Ebrard, ya lleva medio camino andado.
Ya se dobló ante Trump.
Por lo que sólo le faltan escasos centímetros para llegar al objetivo marcado por el anaranjado personaje.
Mientras no sea “de lengüita”…
* * *
Ya va siendo hora de que el tabasqueño Adán Augusto López vaya a bailar a Chalma o, cuando menos, a practicarse una “limpia” en Catemaco.
Porque en los últimos días le ha llovido en su milpita, como se dice de alguien a quien persigue una mala racha.
Primero, Morena tiró a la basura el fichaje del junior de Miguel Ángel Yunes, con quien había conseguido que se aprobara la iniciativa de la reforma (per)judicial.
Luego, lo encueró la heroica madre buscadora Ceci Flores, al revelar ella que él la presionó para que dejara de buscar a sus hijos a cambio de brindarle seguridad ante los embates de los criminales, cuando él fungía como titular de Gobernación en el primer sexenio de López Obrador.
Después vino el mandarriazo de la presidente formal, Claudia Sheinbaum, al cortarle las vistosas y carísimas alas a Andrea Chávez, la protegida de este otro tabasqueño que al margen de la ley y con financiamientos de un empresario cercano al propio Adán quería ser gobernadora de su natal Chihuahua. Y, por si fuera poco, tal puso al descubierto la venalidad de quien también fuera gobernante en Tabasco al otorgar contratos en su propia entidad y en otras donde tiene influencia para recibir a cambio jugosos “moches”.
Y como corolario, hasta ahora, porque la cosecha de fracasos –como el de las mujeres– no se acaba, la tarde del martes no consiguió que se aprobara la lista de 56 magistrados “a modo” de tribunales electorales que están vacantes desde hace años. Le faltaron tres votos.
¿Será que ya perdió “el toque”? ¿O que el ya señalado mandarriazo de Sheinbaum lo dejó KO?
* * *
Muy de vez en vez el Canal 11 de TV deja de ser el escenario perfecto para cometer un crimen, ¡porque nadie lo ve!
Pero en estas horas muchos han fijado su atención en la señal electrónica del IPN, por el ridículo que en uno de sus foros hizo el llamado Doctor Muerte, Hugo López-Gatell.
En un programa llamado algo así como Operación Mamón, el exsubsecretario de Salud a quien se responsabiliza de la muerte de más de 300 mil mexicanos que no deberían haber fallecido en la pandemia de Covid-19, fingió dar reanimación cardiopulmonar a uno de los conductores del fallido espectáculo, con gestos que pretendían ser cómicos, pero que resultaron harto grotescos.
Ni médico, ni poeta, ni cómico.
¿Será que ahora que está desempleado López-Gatell se dedicará a dar pastelazos en las ondas hertzianas?
Tal vez sea su vocación verdadera. Ahí no mata ni de la risa.
@AndySKBrown1