homo políticus
- Candidatos al Poder Judicial Peligrosos
El careo mediatizado Sheinbaum-Zedillo tiene un añadido especial: la campaña institucional del candidato a ministro de la Corte, César Gutiérrez, hijo del general morelense Gutiérrez Rebollo [†].
De Zedillo, las familias viejas y nuevas del estado de Morelos tienen un recuerdo: la orden presidencial de fabricar la destitución política del gobernador Carrillo Olea, hace 27 años, mediante jugosos estipendios a los mercenarios políticos contratados.
El confrontamiento entre la presidenta Sheinbaum y el expresidente ha subido de tono, pero no pasa de lo estrictamente político, mediatizando sus posturas. De Zedillo son incontables sus responsabilidades, como las de López Obrador, el verdadero objetivo del expresidente del PRI, que durante su sexenio se la pasó tundiendo a él y a Calderón, hasta que se apareció la actual mandataria nacional, con quien ha intercambiado toda suerte de señalamientos políticos. Al presidente López Obrador no se le toca, parece ser la orden de la inquilina de Palacio Nacional —«Está en Palenque, bien, contento, se ha de estar riendo…».
La matanza de Acteal [Chiapas, 45 muertos], con la defensa de los asesinos de parte del pastor evangélico Hugo Éric Flores, y las masacres de El Charco [Guerrero, 11 muertos] y Aguas Blancas [17 muertos], obligado Zedillo a destituir a su compadre el gobernador Rubén Figueroa chico, son botón de muestra.
El Fobaproa [Fondo Bancario de Protección al Ahorro], creado por el presidente Salinas, hizo pública la deuda privada. La activó Zedillo en 1995. Desde entonces, los mexicanos pagan la deuda de bancos y empresas. Se cree que por tal el PRI perdió las votaciones del año dos mil. En realidad, el presidente de turno pactó traspasar el poder al PAN —«No entregué el poder, lo transformé», dijo Zedillo. Ya Fox reapareció en equis, defendiendo el Fobaproa y criticando al segundo piso claudista.
Pero analistas aseguran que la inversión por las obras del Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la refinería Dos Bocas, resultan más onerosas para el bolsillo de todos los mexicanos, que el fondo del rescate bancario. Y es creíble. El expresidente Zedillo exige una auditoría externa internacional, pero la Cuatroté responde en oposición, callando. Sonsos no son.
Hace algunas horas, Gutiérrez Priego señaló a Nilda Patricia Velasco, esposa de Ernesto Zedillo, como desde 2013 lo hizo su padre, el general jonacatepequense Gutiérrez Rebollo, en una entrevista —y a través de una carta de su puño y letra [Entre políticos y rufianes, 2016, Planeta Mexicana, p. 191]— con la periodista Isabel Arvide, de vínculos con un grupo colimense dedicado a trasegar droga, pero en realidad las investigaciones oficiales se centraron en el padre de ella, es decir, el suegro del entonces presidente. En ambos casos, entrevista y libro, el extinto general defiende su inocencia, acusando.
Incluso Gutiérrez Priego —¿por qué hasta ahora, 29 años después, se atrevió a hablar? ¿La tardanza se paga con un empleo bien remunerado en la Corte?— hizo públicos audios de llamadas telefónicas, interceptadas por su padre, entonces zar antidrogas del sexenio zedillista, entre Nilda Patricia y cabecillas de grupos de la economía ilegal, sin análisis forenses que prueben ser ella. A don Jesús Gutiérrez Rebollo lo traicionaron sus choferes con el dedo índice…
Ayer el líder senatorial Fernández Noroña remarcó el termino idoneidad y desveló con ello las resistencias al interior del gobierno con esa candidatura, si resulta que el hijo del general Gutiérrez Rebollo fue realmente abogado defensor del general Acosta Chaparro, distinguido por su destacada participación en la represión política y militar denominada Guerra Sucia.
—Ellos sí tenían en lugar de desaparición, alertó el legislador. «Eran torturadores, cometieron crímenes de lesa humanidad…». Y puso el dedo en la llaga: —Hay otros candidatos [a ministros y jueces] que defendieron narcos. La purga de candidatos peligrosos debe empezar…