Pablo Gato
Quiere cambiar el nombre del Golfo Pérsico a Golfo Arábigo o de Arabia. Sus oponentes afirman que en vez de pretender ser un profesor de geografía dotado de una varita mágica para cambiar de nombre toda la geografía del planeta debería centrarse en el motivo por el que millones de personas votaron por el: bajar los precios. ¿Qué es lo próximo? ¿Cambiar de nombre al Océano Atlántico y ponerle Océano de Mar a Lago?, agregan esos críticos de Trump.
El aeropuerto de Newark se quedó sin radar y sin radio durante 90 segundos.
Los controladores afirman que solo un acto de Dios impidió que los aviones chocaran entre sí. El problema es que la torre de control tiene un sistema de la Segunda Guerra Mundial y las computadoras funcionan con Floppy disks. Si, tal y como lo escucha. Y es uno de los aeropuertos más importantes de EEUU. Transporta cada año a 50 millones de personas y administra alrededor de 328 vuelos diarios. Es decir, siempre hay un enjambre de aviones alrededor del aeropuerto. 90 segundos sin radar y sin radio para comunicarse con los aviones es inaudito.
Los controladores, afirman, avisaron a las autoridades numerosas veces que un sistema tan antiguo como el suyo fallaría, pero no se hicieron cambios. Los mismos controladores dicen ahora públicamente que no es seguro volar en ese aeropuerto, algo que parece obvio. Mi pregunta es la de siempre: ¿Adónde va a parar el dinero en el país más rico del mundo? ¿Cómo es esto posible? ¿Ineficacia, estupidez, corrupción, falta de planeamiento? Inaudito se queda corto. Realmente ocurrió un milagro sobre los cielos de Newark.
Cortes masivos de internet en Rusia antes del desfile que conmemora la victoria sobre la Alemania nazi.
Moscú atribuye los ataques a “un vecino peligroso”, en una velada referencia a Ucrania. Parece claro que habrá una represalia. Cual, donde y como se verá en los próximos días.