Anahí García Jáquez
San Petersburgo, Missouri. 1840. Tom Sawyer es un chico huérfano que vive con su tía Polly y su medio hermano Sid. Tom pasa su tiempo ideando travesuras y llevándolas a cabo, aunque algunas son más grandes que otras.
Las aventuras de Tom Sawyer es un trabajo del legendario escritor estadounidense Mark Twain (y el primero de una saga), quien legó para la posteridad este clásico de la literatura de habla inglesa y lo sitúa en un pueblo ficticio y por demás bucólico que se encuentra a orillas del río Mississippi, justo donde el autor nació y se crió, además de que muchos elementos de esta obra, tales como personajes y situaciones son tomadas de la vida del escritor.
Un narrador omnisciente nos presenta al protagonista así como a su entorno familiar, que está compuesto de su tía materna, la encargada de criarlo pero también de disciplinarlo, eso sí, siempre con amor; y por otro lado está Sid, quien no podría ser más distinto a Tom pues no se le dan las travesuras y es quien suele delatar a su hermano y meterlo en problemas.
A través del personaje de Tom, el autor nos ilustra la vida de un niño como hay muchos: inquieto, no le gusta la escuela, siempre huyendo del aburrimiento, metiéndose en problemas aquí y allá, rebelándose contra la disciplina y la religión y viviendo la vida sin mayores preocupaciones. Tom no está solo, pues tiene a Joe Harper, su compañero de aventuras con quien vivirá muchas, pues andan en busca constante de ellas hasta que las encuentran. Hay una anécdota en específico que le tocará vivir a ambos junto a Huckleberry Finn, un chico vagabundo, y que consiste en que los tres serán testigos de un @sesinat0, lo cual le dará a la trama una carga fuerte de emoción e intriga, pues este suceso los llevará a enfrentarse a un enemigo que no les dará tregua.
Así mismo, Tom experimentará el amor, pues conoce a Becky Thatcher y no puede evitar sentirse atraído por ella pues es víctima del amor a primera vista. Y de entre tantos personajes, sobresale Jim, un esclavo que está al servicio de la tía Polly, por lo que se muestra el contexto histórico y social en el que fue escrito este texto, que es la esclavitud que prevalecía en el sur de los Estados Unidos en el siglo XIX, y de esta misma época, el autor hace referencia de todo el conjunto de costumbres y supersticiones que formaban parte del folklore de dicha zona.
Mark Twain retrata a la perfección este mundo donde un niño, con la inocencia propia de su edad, se desenvuelve sin desear que su paso a la adultez se acelere, pues esta etapa la vive a plenitud y es feliz, por lo que el lector no podrá evitar remontarse a esa época de su vida con muchísima añoranza del pasado y está de más decir que terminará identificándose con este jovencito, que, a pesar de ser un espíritu libre muy travieso, es también de muy buen corazón y que siempre tiene la mejor de las intenciones para con los demás.
Al mismo tiempo, los adultos son descritos como estas personas que le quitan la diversión a la vida con sus reglas y restricciones. Es pues, Las aventuras de Tom Sawyer, un relato contado de manera ágil, fresca, graciosa y fantástica, pero a la vez muy real, que nos recuerda cómo era el vivir sin miedo y sólo se pensaba en cuál sería la siguiente ocurrencia, pues no existían preocupaciones ni responsabilidades, donde todos se cuidan y se protegen y, cuando menos se lo esperan, puede surgir uno que otro héroe.
Las aventuras de Tom Sawyer. Mark Twain. 1876. Editorial Alfaguara Infantil.