NO PASA NADA
Por: Jesús Solano Lira
En Michoacán, Guerrero y Oaxaca, estados gobernador por Morena, encabezados por Alfredo Ramírez Bedolla, Evelyn Salgado y Salomón Jara, respectivamente, los índices delictivos y los asesinatos van al alza, ante la insensible, indolente e indiferencia de esos mandatarios que presumen cifras alegres y maquilladas de lo que en realidad sucede en sus entidades.
Los delincuentes agarran parejo, y se van hasta con los presidentes municipales, tan es así que entre mayo y lo que va de junio han asesinado a cinco alcaldes de Morena y del Partido del trabajo: Dos en Michoacán, dos en Oaxaca y uno en Guerrero.
Las líneas de investigación en cada uno de los casos son diversas
y variadas, y en cada uno de ellos, el ataque fue directo y con armas de alto poder. No bastan las condolencias de los gobernadores, el país no sale de esa escalada de violencia y tanto en el ámbito federal como en el estatal siguen aplicando la política del No Pasa Nada, y mantienen el discurso de que todo está tranquilo y en paz en el país. No la chiflen que es cantada. Ya basta de evadir la cruel verdad sobre los nexos del gobierno con el narcotráfico.
Y ahí le va, ayer, fue asesinada la presidenta municipal de Tepalcatepec, Michoacán, Martha Laura Mendoza, a la morenista la ejecutaron a tiros afuera de su domicilio. En el ataque también falleció su esposo, Ulises Sánchez Ochoa. El municipio se encuentra enclavado en la región de Tierra Caliente michoacana.
De acuerdo con fuentes de la Fiscalía General de la República (FGR), la presidenta municipal era hermana de Blanca Yesenia Mendoza Mendoza, esposa de Juan José Farías Álvarez El Abuelo, quien comando las autodefensas de ese municipio, y se le vínculo como socio de Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, fundador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Qué bonita familia.
Y el pasado fin de semana fue asesinada Lilia Gema García Soto, alcaldesa de San Mateo Piñas, Oaxaca, al interior del palacio municipal. Durante el ataque también murió el representante de la comunidad de Agua Caliente, Eli García Ramírez.
De acuerdo con las investigaciones, los autores materiales de este doble crimen eran cinco, viajaban a bordo de dos motocicletas y dispararon sus armas hasta en 60 ocasiones. Cometer el crimen les tomó seis minutos.
En el caso de Lilia Gema García Soto, se siguen cinco líneas de investigación, entre ellas, una denuncia que presentó por un desvio de 25 millones de pesos, recursos que la pasada administración debió entregar a los damnificados por el huracán Agatha en 2022; robo de fondos municipales, oposición a cobros por tránsito de madera, una denuncia que hizo por falsificación de documentos, así como conflictos políticos y sociales entre los caciques de la región.
Otro asesinato más, se cometió el pasado 6 de junio y fue el del presidente municipal de Tacámbaro, Michoacán, Salvador Bastida García, y su escolta, quienes fueron ejecutados a bordo de su camioneta afuera de su domicilio.
A Bastida Garcia, quien en su segundo periodo como presidente municipal, lo fue por las siglas del PRI en el trienio 2008-2011, y en la pasada elección ganó por la coalición Morena-PT-Partido Verde, se le señaló en 2024 por presuntos nexos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, investigación iniciada por la Fiscalía General de la República, de la cual, qué cree, nunca hubo conclusiones, cómo la ve.
Otro alcalde asesinado fue Isaías Rojas Ramírez, el pasado 2 de junio, en la cada vez más peligrosa Autopista del Sol, en un presunto intento de asalto. La noticia fue confirmada por la gobernadora Evelyn Salgado, ándele esa que le echaba porras al tabasqueño y que estaba de pachanga cuando Otis impactó y devastó el puerto de Acapulco, que nada más no termina por recuperarse.
Y que decir del asesinato del presidente municipal de Santiago Amoltepec, Oaxaca, Mario Hernández García, ocurrido el 15 de mayo, quien fue abatido junto con dos policías municipales en una emboscada ocurrida en el camino que comunica a la cabecera municipal con la comunidad de Piedra Liza.
Y vaya que en Santiago Amoltepec son de armas tomar. En 2023, en la comunidad fueron asesinados cinco personas frente al palacio municipal, entre las que se encontraban tres hijos del expresidente municipal, Abel García. Ese mismo año, el tesorero municipal, Teodosio Ojeda, también fue asesinado.
En ese mismo lugar, en 2024 fue asesinado el ex síndico municipal, Gaudencio Hernández, junto con su hijo y otras tres personas, al parecer por el decomiso de armas a un grupo de la región.
Es lamentable que conforme pasa el tiempo, seguro más alcaldes con o sin pecados estarán bajo fuego, y continuarán las cifras alegres, maquilladas y engañosas de que los homicidios dolosos han disminuido, dicen en mi barrio “a otro perro con ese hueso”, porque ya nadie les cree.