Yo Campesino / Desvergüenza
- Frustración por no poder hacer nada contra fraude judicial; se acabó legalidad
Miguel A. Rocha Valencia
Quedó claro a quien obedecen los organismos electorales, tanto que Morena ya no impulsará la reforma que tenían prevista para al igual que el poder Judicial y en especial la Suprema Corte de Justicia de la Nación, someterlos al ejecutivo, en una estrategia que se vio venir y fuimos incapaces de evitar.
México es ya otro luego de la validación de Guadalupe Taddei del proceso fraudulento de elección del poder Judicial, plagado de irregularidades que no se circunscribe a la ilegal inducción al voto y la mínima participación de electores que no llegó ni al 10 por ciento efectivo de 100 millones de ciudadanos.
A ese proceso tramposo y amañado que, desde hoy adelantamos, será calificado positivamente por el Tribunal Electoral del Poder Judicial a encabezado por la también lacaya de morena, Mónica Aralí Soto Fregoso, se suman todos los antecedentes, desde el comité de selección de aspirantes integrado por afines al oficialismo; la tómbola de insaculación de candidatos manejada directamente por puros morenos en el Congreso y hasta la ley marco que dio pie a todo este bodrio que cercenará a un poder Judicial profesional que ya es historia.
Y todo eso lo vimos los mexicanos quienes de alguna manera aceptamos que nos destruyeran o cooptaran las instituciones electorales que, a su vez, entregaron mayoría absoluta al oficialismo y con ello, sellaran la tumba de la democracia que conocimos.
También lo vivieron los opositores oficiales, los que viven de la ubre presupuestal quienes no fueron capaces de trascender los gritos y reclamos en la tribuna legislativa para convocar a la ciudadanía. Les faltó coraje, inteligencia, pantalones o pudieron más sus intereses grupales y personales.
O de plano nadie les cree, lo cual es muy grave porque con eso se manifiesta que no hay liderazgos; no existe alguien capaz de asumirse como la voz de la oposición, de la inconformidad y eso debe preocuparnos.
NO existe hoy en México una voz que asuma la responsabilidad de encabezar la resistencia y, por lo que se ve, tampoco hay una sociedad dispuesta a defender sus derechos ya no amenazados, sino conculcados, suplantados por la voluntad del Ejecutivo.
Las consecuencias las vamos a pagar muy caro; el escenario financiero-económico, se enturbió aun más y no por culpa de las decisiones y trumpianas sino por el autoritarismo que ya vivimos.
En análisis de los economistas e inversionistas es que el panorama para México será “muy difícil” porque el país “ya no podrá ser creíble” en futuras negociaciones lo mismo del T-Mex que de cualquier otro acuerdo comercial o colocación de dinero en obra pública por lo cual la único opción para e ingreso de dinero fresco, será el endeudamiento ya sea a través de bonos o de contratos directos con financieras institucionales o privadas.
Por ello en el evento organizado por el Center for Strategic and International Studies (CSIS) los expertos incluyendo de la UNAM y la banca destacaron que la consumación de la reforma, el Poder Judicial mexicano “pierde no solo su independencia, sino también su utilidad como instrumento de defensa empresarial”.
Los expertos van más allá y aseguran que la reforma judicial “hunde confianza ante el T-MEC; “la reforma era una mala idea desde el principio, pero la implementación fue aún peor”.
Empero los expertos no agregan nada nuevo pues todo eso se advirtió y ahora veremos si los inversionistas nacionales o extranjeros vienen al país donde la Ley está en manos del Ejecutivo federal o en los estatales con jueces, magistrados y ministros donde la reputación es lo de menos como sucede con Yazmín Esquivel Mossa o Lenia Batres; una con dudosa trayectoria profesional y otra de probada ignorancia y plegada al la 4T lo mismo que quien habrá de presidir el máximo tribunal de justicia de un país que pagará las consecuencias de esta desvergonzada jornada.
Todo estaba dicho y advertido y dejamos que sucediera, es decir, en lo que viene todos somos culpables.