NO PASA NADA
Por: Jesús Solano Lira
De su insaciable apetito arancelario, con el que inicio una guerra comercial con todos sus socios comerciales, y se le fue encima a China, particularmente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, muestra su otra faceta, la armamentista y de injerencia militar en otras naciones, que por décadas ha sido el sello de la casa de esa nación.
Si bien el “Bárbaro del Norte”, es impredecible y hasta incongruente con su decir y su actuar, lo cierto es que le apuesta a una intervención militar en Irán, con Israel como aliado, o como su peón, situación que le traerá graves consecuencias a Estados Unidos, y ejemplos hay muchos, los últimos Irak y Afganistan, y él lo sabe.
Trump ha pasado por alto la oposición de los congresistas y senadores del Partido Republicano, al que pertenece, quienes abiertamente han manifestado su rechazo a que Estados Unidos se involucre en esa guerra.
Sin embargo, uno de los motivos que orilla a Trump a meterse en ese lío, más allá de la riqueza petrolera de ese país, que tiene reservas probadas por 157 mil millones de barriles del llamado oro negro, que representan en 9.54 por ciento de las reservas mundiales, también está su interés por el uranio enriquecido del Estado Islámico.
Y ahí le va. De acuerdo con un informe técnico del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA),Irán aumentó entre febrero y mayo en casi un 50 por ciento su producción de uranio altamente enriquecido, que es del 60 por ciento, peroooo no hay certeza de que produzca armas nucleares. Quiúboles, el fin es invadir.
Según expertos en la materia, ese nivel de pureza cercano al 90 por ciento, es el ideal para la fabricación de bombas, y advierten que con más de 408 kilogramos de uranio al 60 por ciento a mediados de mayo, Irán disponía de suficiente material para fabricar numerosas bombas.
Y eso no es todo, el Instituto de Ciencia y Seguridad Internacional (ISIS), encabezado por David Albright, un antiguo inspector del OIEA, estimó en un informe de la semana pasada que Irán necesitaría apenas dos o tres días para enriquecer los 25 kilogramos de uranio al 90 por ciento, necesarios para una bomba nuclear.
Y agárrese, porque el ISIS enciende las alertas, al revelar en su ultimo informe dado a conocer el 9 de junio, que a ese ritmo, Irán podría llegar a tener 15 bombas en apenas dos meses, y eso pone la situación color de hormiga.
El cambio de actitud de Trump, de pasar de la conciliación a la amenaza, tiene en vilo a los mercados financieros y ha motivado un alza considerable en los precios del petróleo en esta semana, tan solo ayer, su incremento fue de entre el dos y casi tres por ciento.
En ese tenor, Tony Sycamore, analista de la plataforma de negociación IG, dijo que el precio sigue teniendo una “saludable prima de riesgo, ya que los operadores esperan a ver si la siguiente fase del conflicto entre Israel e Irán es un ataque estadounidense o conversaciones de paz”.
Lo que sí es un hecho, es que “El Bárbaro del Norte”, se tomará dos semanas para deshojar la Margarita, y decidir si le entra o no al conflicto en Medio Oriente, entre Israel e Irán.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, citó directamente a Trump, al señalar. “Basándome en el hecho de que existe una posibilidad sustancial de que se lleven a cabo negociaciones con Irán en el futuro cercano, tomaré mi decisión sobre si ir o no en las próximas dos semanas”, magnánimo el anaranjado, pero mmmm no sé Rick me parecen falsas esas declaraciones. .Acuérdese que Trump como la “Chimoltrufia”, como dice una cosa, dice otra.