* “La Orden Mexicana del Águila Azteca fue creada por decreto el 29 de diciembre de 1933 como un premio dado a los extranjeros por servicios humanitarios. Es otorgada por la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, por instrucciones del consejo establecido con este propósito encabezado por el Presidente de México, siendo el Gran Maestre de la Orden el presidente de la República y el Gran Canciller de la Orden y presidente del consejo, el secretario de Relaciones Exteriores”
Gregorio Ortega Molina
La mayoría de los mexicanos no tenemos la más remota idea de lo que los gobernantes han hecho y hacen en nuestro nombre, en el ámbito de las relaciones internacionales. El hecho de que sea área del Senado de la República no lo convierte en indicador de que hay transparencia en lo que se hace y deja de hacer en el despacho del secretario encargado de las relaciones exteriores, mucho menos en las embajadas y consulados. La labor profesional de los diplomáticos y cónsules es inmensa y de enorme mérito. Ahí está el ejemplo de Gilberto Bosques Saldívar. ¿Lo honramos?
Desconozco si fue premiado, honrado, reconocido por el gobierno de Israel, lo que sí sabemos es que nuestro país estimula, condecora, honra a los extranjeros que nuestras autoridades consideran que deben ser reconocidos, de una u otra manera, por nuestra República. No los condecora un comité que evalúa sus prendas profesionales y sociales. Para eso estatuyeron el Orden del Águila Azteca.
¿Qué sabemos de esa condecoración mexicana, cómo y por qué se estatuyó, y, sobre todo, quién o quiénes la diseñaron como para que sea invariable y eterna para el espíritu de la República?
¿Existe un registro histórico de quiénes y por qué se les entregó? ¿En qué año se concedió la primera? ¿Quién y cómo se determinó su diseño y sus variedades, porque no es única? ¿Cuándo se entregó la última? ¿Tienen en la secretaría de Relaciones Exteriores un registro de los nombres que intervinieron e intervienen en su elaboración? Como la transparencia desapareció con la 4T, debí recurrir a Wikipedia y a la memoria y archivos de los familiares de quien la creó.
De la enciclopedia cibernética: “La Orden Mexicana del Águila Azteca es la más alta distinción que se les otorga a los extranjeros en México por servicios prominentes prestados a la nación mexicana o a la humanidad y como reciprocidad a otras distinciones otorgadas en el extranjero a servidores públicos mexicanos.
“El origen de este reconocimiento estuvo en las condecoraciones del Águila Azteca, otorgadas por el Ejecutivo mexicano con base en el decreto de 30 de septiembre de 1932, con una cinta azul celeste, destinada a hacer patente la simpatía o agradecimiento de la Nación a los extranjeros que a juicio del Ejecutivo fueran merecedores de la misma. Esta condecoración fue transitoria, ya que solo se otorgó a funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores de Chile en 1933.
“La Orden Mexicana del Águila Azteca fue creada por decreto el 29 de diciembre de 1933 como un premio dado a los extranjeros por servicios humanitarios. Es otorgada por la oficina de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México, por instrucciones del consejo establecido con este propósito encabezado por el Presidente de México, siendo el Gran Maestre de la Orden el presidente de la República y el Gran Canciller de la Orden y presidente del consejo, el secretario de Relaciones Exteriores”.
¿Hubo un concurso, como ahora se estila, para que se presentaran diseños? ¿Fueron invitados seleccionados por el gobierno mexicano, para presentar opciones? ¿Determinaron el cómo el presidente Abelardo L. Rodríguez y su secretario de Relaciones José Manuel Puig Casauranc?
En esa época México estaba en ebullición, ¿por qué fue necesaria esa condecoración para hermanarnos con las otras naciones? Un misterio tan grande que sólo conocieron el presidente de la República y el novio de Gloria Fauré.
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