* Los populistas anti intelectuales con su oportunismo, pragmatismo, fetichización de la eficacia pregonan <<cualquier poder siempre es más racional que cualquier razón política que no esté en el poder o no lo tenga>>
Gregorio Ortega Molina
Leo que la consejera Carla Humphrey cedió al síndrome que padecen los Yunes, a pesar de tener la certeza de que traiciona a México y da la espalda a la Constitución, con el conocimiento puntual de las terribles consecuencias que su obsecuencia con el poder Ejecutivo traerá sobre su patria, sobre su propio futuro.
En algún momento creí que ella enderezaría a Santiago Nieto, pero ocurrió lo contrario, el ex integrante del Consejo de la Judicatura Federal y del Instituto de la Judicatura-Escuela Judicial, le hizo comprender a su pareja sentimental que no es bueno traer luidos los puños y cuellos de las camisas, ni los zapatos con media suela sobrepuesta hasta tres veces. La honradez exige ajustarse a lo que hay, pero no todos la soportan, sobre todo cuando te enteras que la corrupción pecuniaria y de otro tipo, es un estímulo que se administra desde el más alto de los cargos de la República.
Santiago Nieto tiene conocimiento de que las culpas, pecados, denostaciones que asestan a jueces, magistrados y ministros son exagerados. Obvio, el Poder Judicial Federal no es el castillo de la pureza, como tampoco lo es la presidencia de la República, donde anidan los huevos de la serpiente que, al eclosionar propician el daño de dar al traste con el proyecto de nación.
Carla Humphrey también sabe del tamaño de la impostura, pero de no cerrar los ojos al daño que ella y su marido conocen al revés y al derecho, no habrían reunido los “ahorros” necesarios para adquirir su domicilio en una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México, además de con una extensión que invita a fundar una familia numerosa.
Me pregunto si Santiago Nieto olvidó pronto lo aprendido bajo la tutela de Jaime Manuel Marroquín Zaleta, o si siquiera recuerda lo que vivió como secretario del pleno del CJF y el trato educado que le dispensó Mariano Azuela Güitrón. Ahora va tras la gubernatura de Querétaro, y con toda certeza anhela que entre quienes calificarán su elección esté Carla Humphrey, para que repita la omisión de la calificación electoral del primero de junio.
Retomo a Ricardo Piglia y sus Diarios de Emilio Renzi: Los populistas anti intelectuales con su oportunismo, pragmatismo, fetichización de la eficacia pregonan <<cualquier poder siempre es más racional que cualquier razón política que no esté en el poder o no lo tenga>>.
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