No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
A qué caray, del refranero de la buena, dicen que prometer no empobrece y cumplir es lo que aniquila, y por qué se lo digo, porque este miércoles, hace cinco años, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, anunciaba con bombo y platillo, la creación de una empresa estatal, para distribuir medicamentos e insumos médicos, y que no faltara nada en unidades médicas, hospitales y centros de salud, mmmmmm una tomada de pelo.
Fiel a su estilo de prometer y empeñar su palabra, bueno si es que alguna vez tuvo palabra, señaló convencido: “va a ser una empresa bien constituida, para que no falten los medicamentos ni en el pueblo más apartado, en la sierra, en las zonas más distantes tienen que llegar los medicamentos y gratuitamente, o sea, atención médica y medicamentos gratuitos”, quiúboles, el tabasqueño no se andaba por las ramas a la hora de mentir.
Ahhhh, pero para mi, ese anunció fue plan con maña, ya que se dio un día después de que el Senado aprobará una reforma a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público que le permitían al gobierno federal comprar sin licitación insumos médicos en el extranjero, bueno, todavía tiene esa facultad. El sello de la casa, si no trazan no avanzan, aunque la narrativa de que no son iguales persiste en la actual administración.
Tres años después del fallido anuncio, de una empresa que nunca funcionó, en una de las tantas ocurrencias del ex mandatario, el Instituto Mexicano para la Competitividad, documentó en una investigación en la que advertía sobre las presiones que ya enfrentaba el sistema de salud pública, por el aumento de enfermedades crónicas y el envejecimiento de la población.
En aquel entonces, el IMCO en línea con quienes cuestionaban el desmantelamiento de la cadena de distribución de insumos y medicamentos, alertó sobre la falta de oficio de los encargados de las instituciones del sector, para planear las adquisiciones, seleccionar a los proveedores idóneos y distribuir eficazmente los medicamentos, situación que prevalece en estos días.
Y como la humildad no es una virtud de los gobernantes de Morena, ni aplican aquella que es de sabios equivocarse y reconocer errores, el IMCO detalló que ante el cambio de estrategia en la adquisición de medicamentos, analizó 56 mil procesos de compra por parte de la Administración Pública Federal entre 2018 y 2022, con el resultado que usted ya preveía, la estrategia no fue efectiva, incumplió su propósito, además de comprar más caro.
Si a eso le añadimos que la desorganización del IMSS, ISSSTE, lo que fue el INSABI, y la Secretaría de Salud, afectó la planeación, administración y distribución de las compras de medicamentos, amén de los miles de millones de pesos que se perdieron por la caducidad de medicinas, veo difícil que alguna vez se tenga lo que medianamente funcionaba en el sector salud.
Ahí le va un dato más, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, de un MILLÓN 894 MIL 126 PIEZAS de medicamentos para tratar el cáncer demandadas por las instituciones que participaron en las compras consolidadas en marzo de 2021, el Insabi suministró únicamente 21 MIL 464 -es decir 1.1% del total. Y ese era el Instituto que López Obrador vendió como lo más mejor del mundo mundial.
Por ello, según el IMCO, el costo de tratar a una persona con cáncer se elevó 29% por encima de la inflación, y el grave desabasto de medicamentos oncológicos, se vinculó a esos errores administrativos que afectaron y siguen afectando negativamente la política de compras consolidadas, aunque en la actual administración juren y perjuren que No Pasa Nada, y que ya se avanzan en la distribución de medicamentos.
Caray, quisiera pensar, pero no lo voy hacer, que el tabasqueño tenía buenas intenciones, pero le falló su ocurrencia, porque le salió más caro el caldo que las albóndigas, en la transformación del esquema de compras públicas de medicamentos, que tenía la intención de reducir los precios de adquisición y permitir a las instituciones públicas brindar servicios de salud a más personas.
Y anta la fallida política de adquisición y distribución de medicamentos llega ahora, el arrendamiento de más de 100 camionetas de hasta 3.5 toneladas, para entregar insumos en clínicas y centros de salud de los 23 estados donde opera el IMSS Bienestar, anunciado recientemente por la Presidenta Claudia Sheinbaum.
Lo cierto es que por ideas y ocurrencias tenemos para rato, con un gobierno al que la planeación y ejecución de programas nada más no se le da. Hay que dejar al tiempo cuál será la estrategia de logística que emplearán para satisfacer la demanda de insumos y medicamentos, que ya ha provocado decenas de manifestaciones no solo de quienes las demandan, sino del personal médico de varios estados de país.