Yo Campesino / ¿Oposición?
- Partidos ninguneados, ignorados, desaparecidos; periodistas, obstáculo a 4T
Miguel A. Rocha Valencia
Está claro que a los partidos de dizque oposición ya nadie los pela, ni siquiera sus presuntos seguidores; pocas veces dan nota y a pesar de la estridencia de algunos de sus miembros, el eco en los medios es menor, no importa si denuncian a corruptazos que se ríen en sus barbas seguros de la impunidad que los hace invulnerables a cualquier prueba de la comisión de sus delitos.
En realidad, nada sucede con las denuncias de que se hacen eco los políticos “opositores” y con eso justifican lo que cobran pues nada de lo que hacen trasciende ni para enmendarle la plana al nuevo partidazo ni mucho menos a las iniciativas presidenciales, donde no importan fraudes y violaciones a la Ley porque la ley es la 4T o mejor dicho la habitante de palacio Nacional y su profeta.
Los brincos en palacio empiezan cuando algunos medios tradicionales o determinados periodistas dan a conocer una trapacería de los cuatroteros donde se presentan pruebas escritas, en audio o en video, las cuales son casi a diario pues la 4T tomó por adopción y signo distintivo la corrupción y la mentira.
Igual sucede cuando algún colega incurre en el pecado capital de arriesgar un análisis o crítica contra el gobiernito, tan es así que la furia llega a torcer la legalidad para dejar en libertad a tiradores envilecidos por sus crímenes para arremeter contra comunicadores, escritores o analistas.
Pero si ni así funciona el amago y la presión, se llega al insulto en las mañaneras y a la regla básica de los morenos que es intentar destrozar la honorabilidad del medio o el periodista, de los cuales pocos aflojan a pesar de que los colocan en situación vulnerable delante de los pelotones de fusilamiento sus cómplices del crimen organizado o de los ideologizados partidarios que de manera no gratuita agreden en las redes sociales.
Muchos de estos compañeros, sufren agresiones reales, perversas no solo desde el tapanco de palacio Nacional, sino a través de las redes sociales; algunos apenas si recibimos mentadas de madre generalmente anónimas o insultos como el que nadie nos lee, nadie nos cree y nos dicen resentidos, chayoteros, corruptos, neoliberales o añorantes de privilegios idos.
Pero no pasan de ahí, no plantean argumentos que plataformen sus contrarréplicas, asumen como suyo el cliché de insultos y descalificaciones que se dictan desde el púlpito palaciego y algunos se atreven a exclamar “cómo es posible que se digan tantas mentiras contra la 4T o la pobre president(a)”, pero sin argumentos para desacreditar las verdades.
Para esos detractores y los encumbrados en el poder omnímodo, las complicidades criminales son exclusividad de “otros”; a estas alturas todo sigue siendo culpa de los neoliberales, de Calderón, pero no aceptan las pruebas que desde Estados Unidos llegan en torno a las ligas inconfesables con narcotraficantes y asesinos de distinguidos cuatroteros como los gobernadores de Sinaloa, Tabasco, Chiapas, Veracruz, Sonora, Coahuila y el habitante de La Chingada.
Prueba clara de ello es que cuando a Genaro García Luna lo condenaron por dichos de los mismos delincuentes que él capturó, todos aplaudieron en palacio Nacional, pero cuando mencionaron al mesías tropical, exigieron pruebas como las piden en torno a Adán Augusto López o Rubén Rocha Moya. Constancias que, además existen, pero no las quieren ver o aceptar.
Y lo peor es que a pesar de los 215 mil asesinados de los últimos siete años quienes hacer aparecer que fue el sexenio de su enemigo público número uno, el expresidente michoacano donde más gente fue ultimada, cuando en aquellos tiempos con todo y guerra la suma de los seis años sumó 120 mil 463 víctimas mientras que con Enrique Peña se llegó a los 156 mil 066. Ahora ya nos esconden a los muertos para bajar cifras.
Además, el régimen cuatrotero debe adicionar los 300 mil mexicanos que perecieron por falta de atención médica y medicamentos por los “ahorros” en la pandemia de Covid que textualmente le “cayó anillo al dedo” al profeta porque se le abrió la puerta para disponer sin traba alguna el presupuesto y gastó en lo que quiso inaugurando la peor etapa de corrupción donde se repartieron contratos y concesiones a los nuevos ricos, a la casta divina de la 4T de la cual aún no sabemos cual es su contenido más allá de la pudrición institucionalizada.
Y que conste que no hablamos de los atracos de las obras sobrefacturadas, realizadas a precios “alzados” sin proyectos ejecutivos, inventados y efectuados sobre las rodillas por el capricho de un sujeto a quien la historia poco a poco coloca en su lugar, ya que a pesar de las dádivas que compran adeptos, el sentimiento del pueblo bueno y sabio es que con la 4T la corrupción llegó para quedarse; ahí están las encuestas que marcan a su gobierno con el 70 por ciento de pudrición.
Así, los partidos de “oposición” siguen borrados; el estorbo real al oficialismo son los periodistas y la andanada contra ellos va a aumentar para intentar doblarlos o silenciarlos, tal vez por eso México es el país más peligroso para el desempeño de nuestra profesión.