CAFÉ DE MAÑANA
Por José Luis Enríquez Ambell
Estamos cerca de presenciar lo que será el primer informe presidencial en México por la primera mujer titular del Poder Ejecutivo, acto solemne que se rinde cada año el 1º de septiembre en el Congreso de la Unión sobre el estado general que guarda la administración pública del país.
Esa obligación constitucional es, además, una herramienta de transparencia y rendición de cuentas que implica detallar las actividades realizadas por las diferentes dependencias y entidades públicas del gobierno, justificando medidas tomadas y presentando proyectos futuros.
Así pues, esta acción permitirá a toda la ciudadanía y a los legisladores conocer el estado del país y las decisiones tomadas por el gobierno de la Presidenta Claudia Sheinbaum, que significará una legitimación de la actuación al rendirse cuentas y buscar fortalecer la investidura presidencial ante la ciudadanía.
Al mismo tiempo, desde el enfoque de los grupos parlamentarios, este informe servirá para el debate y la discusión en el Poder Legislativo sobre la gestión gubernamental, pues el acto formal de informar un balance de su primer año de gobierno y rendir cuentas al Congreso y a la sociedad sobre todas sus acciones y resultados lo permite desde la posición responsable y respetuosa.
Cabe recordar a don Porfirio Muñoz Ledo —siendo diputado federal por el PRD en 1997— al recibir en su informe de labores a Ernesto Zedillo, y decirle: “Sepa usted, señor presidente, que como titular del Poder Ejecutivo debe saber mandar, pero obedeciendo, pues el Ejecutivo propone, pero el Legislativo dispone”.
En esta ocasión, a diferencia de aquella época, no veo que este informe vaya a resultar objeto de debate y creo que ni de votación por parte de los legisladores, quienes ahora tienen un papel menos intenso. Ya veremos cómo se desarrolla la ceremonia protocolaria, que esperemos como sociedad esté envuelta en el pleno respeto a la presidenta Sheinbaum.
La Constitución mexicana establece la obligación de la presidenta de rendir este informe, pero no especifica si debe ser de forma oral o escrita, aunque la tradición ha sido en ambos sentidos: un acto protocolario solemne donde el Congreso solo escucha la información y no participa en su discusión.
No obstante, la evolución del informe a lo largo del tiempo y su formato poco flexible alcanza para el análisis y el debate, aseguran algunos constitucionalistas, y otros dicen que solo es meramente un acto simbólico.
DE SOBREMESA
Los asuntos en el entorno de la caña de azúcar, que reúne de entrada a campesinos, obreros e industriales del endulzante, reflejan en Veracruz un problema que en las recientes tres décadas poco se ha atendido por diversos actores.
Hoy día hay ingenios que ya no son viables y que los consorcios conservan para usar las pérdidas fiscales y disminuirlas en otros ingenios, pero eso está dañando más a los productores de caña y a los obreros, sin descontar el impacto en la economía regional que en Veracruz corresponde a alrededor de cien municipios con 18 ingenios en producción —llegamos a tener 22, pero 4 de ellos han cerrado— y dos factorías, como el “San Miguelito” y “San José de Abajo”, ambos en la zona de Córdoba y Orizaba, que podrían cerrar.
En más o en menos, pero en todas las fábricas el bajo precio de la tonelada, el aumento al precio del fertilizante y los costos de cosecha “no se ve que preocupen a algunos sectores del gobierno de la república y en el estado”. Ojalá que la manifestación que hace unas horas realizaron miembros de lo que fue el Ingenio La Concha, en Jilotepec, en la zona centro de la capital Xalapa, no sea el inicio de posibles cierres o bloqueos en carreteras y autopistas, como el tramo Córdoba–Cosamaloapan.
UN CAFÉ CON PILONCILLO
Bien harían las autoridades de la federación y el estado en evitar que se alborote el sector. No hay dinero para trabajar y en diciembre inicia la zafra, prácticamente en tres meses y medio.
UN CAFÉ CON DOS DE AZÚCAR
La simulación institucional está siendo muy vigilada por Rocío Nahle y Claudia Sheinbaum, en busca de la mejor atención con los apoyos oficiales para el campo, y es de esperar que así sea en términos de ayuda financiera a cañeros, azucareros e industriales, sin intermediarios.
Los productores cañeros y obreros azucareros, junto con industriales, abrigan la esperanza de conexión para establecer mecanismos de ayuda mutua en el campo y las fábricas a través del diálogo con el sector gobierno.
Fortalecer el desarrollo económico mediante el sector agroindustrial y laboral para abatir la vulnerabilidad social en ese segmento de la población abona a favor de la gobernabilidad en Veracruz.
¡ES CUANTO!
enriquezambell@gmail.com;
enamjl62@gmail.com