HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
De Deudor Bancario y Falso Defensor de Tepoztlán en
los 90, a Millonario ¿Aspirante a Gobernar Morelos?
La vía más rápida para llegar al capitalismo es el socialismo.
José Antonio Marina.
Así como protestó a finales de los años 90 contra los cobros excesivos de la banca, que hasta la cárcel fue a parar, un activista cercano a las movilizaciones ese tiempo contra la construcción de un club de golf en Tepoztlán, ubica al susodicho: «aquí andaba, gritando, en la bola». Entonces líder del PRD, López Obrador intervino para que dejaran en libertad a ese deudor que a gritos se negaba a pagar el dinero prestado.
Ese defensor de la tierra y el agua del Valle Sagrado se llama José Rodolfo Gerardo Fernández —su apellido materno es Noroña—, que pasó de vivir en una vieja vecindad de Santo Domingo, CDMX, a ser propietario de una lujosa casa de descanso en Valle de Atongo, en la zona boscosa de Tepoztlán, representa el Milagro de la Cuatroté. En el vecindario tenía que vender libros viejos como medio de subsistencia. Aunque no hay registros oficiales, cuando adolescente habría sido detenido por robar una cartera en el Metro del Distrito Federal.
Cuando se habla de que el gobierno de México sacó a la pobreza a miles de mexicanos, los Monreal, Adán Augusto, Gutiérrez, Delgado y Noroña, entre otros distinguidos servidores públicos, dan un paso adelante. «¡Viva la honestidad!», «¡Muera la corrupción!», gritó López Obrador, en 2021 y 2022, desde balcón central de Palacio Nacional.
La casa de Tepoztlán —¿quién autorizó su construcción, en una zona protegida?—, la rentó hasta hace dos años y este 2025 decidió comprarla, no se sabe si de contado o a mesadas, y cuál es el origen del dinero invertido, si crédito bancario o préstamo personal, lo que de ninguna forma lo haría calificado por una institución bancaria, toda vez que, siendo deudor de la banca, su nombre estaría en el Buró de Crédito por su negro historial crediticio. Enclavada en una zona protegida y comunal, la casa de unos 12 millones de pesos no tendría escrituras, sino cesión de derechos. Tal, por donde se vea, es un acto ilegal en la impunidad.
Consabido de que en México no pasa nada, y cuando pasa no pasa nada, el escandalo Noroña por su residencia en Tepoztlán —donde ha agredido verbalmente a lugareños— quedará en eso, tal vez como anécdota muy a su estilo sangrón, con el riesgo de que José Rodolfo Gerardo —el amigo del dictador Maduro— mude su domicilio legal y, con mica electoral y CURP biométrica nueva, en 2030 cumpla los requisitos para ser candidato a gobernador de Morelos, o si no, de plano seguir el modelo Cuauhtémoc Blanco, de asalto a la Constitución sin consecuencias legales.
letraschiquitas
La diputada federal de escrutinio proporcional, es decir, sin votos directos, Magda Salgado, representante popular de Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas, ofreció un mensaje político en Cuernavaca, su patria chica, a un año de asumir el cargo… sin estrellas legislativas aún***. No podría ser diferente, el pusilánime Fernández Noroña gritoneó a Lilly Téllez y violentó a Azucena Uresti —¿por qué a mujeres? ¿problemas de personalidad? ¿cobardía?— pero huyó ante Alejandro Moreno que le reclamó su actuar al distinguido convecino de Tepoztlán***. Siguiendo con fidelidad el manual de los populistas de izquierda, José Rodolfo Gerardo se dijo «agredido» y a los priístas les llamó «montoneros», sí, lejos de ahí, en sus redes sociales. Sólo faltó decir que le robaron su reloj.