Yo Campesino Día “Histórico”
- Sin duda hoy inicia un México de pesadilla, corrupción y más mentiras
Miguel A. Rocha Valencia
Ciertamente, como dice la president(a) este primero de septiembre fue un día “histórico” en que despertamos, según ella de una pesadilla creada por la mente calenturienta, infectada de neoliberalismo, aspiracionismo y desde luego por el ansia de conservar o recuperar privilegios atesorados por muchos años de corrupción, en los cuales se robó al erario, violó la ley, viajes de lujo, mansiones, endeudamiento como nunca, compra de votos y agradecimiento, y decenas de miles de asesinatos.
Ahora despertamos a la luz de la 4T y entendemos el proyecto de hacer de México un gran país donde muy pronto alcanzaremos los niveles de bienestar de Venezuela, donde la independencia del poder Legislativo, jueces, magistrados y ministros obligan al Ejecutivo a ajustarse a la ley vigente y se le impiden los excesos que tuvieron los de “antes” y que hoy, ya están desterrados.
Queda claro que, desde hace casi siete años, México es otro donde somos felices, sus gobernantes son amados y vivimos en la medianía salarial de una administración hecha para servir al pueblo, donde los atracos son cosa del pasado gracias a que “solo” el 75 por ciento de los contratos del sector público se entregan a de manera directa a los cuates y familiares, sin licitación y donde la corrupción quedó desterrada.
Despertamos en un país donde lo grandioso que adeuda más del 50 por ciento de su PIB, con un “histórico” crecimiento del 0.3 por ciento del PIB, un Pemex con producción nunca vista de millón y medio de barriles de petrolíferos y deuda de 100 mil millones de dólares y 450 mil millones de pesos de pesos a proveedores, 13 millones de pobres monetarios menos gracias al reparto de 900 mil millones de pesos anuales, pero al mismo tiempo, 10 millones más de miserables laborales.
Somos hoy, la nación número uno en materia de opacidad, el segundo en generación de empleo, aunque el 52 por ciento de la PEA esté en la informalidad; debemos aplaudir el reparto de dinero gratis para tener la president(a) más popular.
Abrimos los ojos a un país tan democrático que la jefa del Ejecutivo ordena a la mayoría en Cámara de Diputados que no ocupe la presidencia de la misma una mujer opositora y por primera vez en la historia tendremos un congreso acéfalo.
También haremos historia con un poder Judicial surgido de la trampa, el fraude, la coacción y los acordeones diseñados y distribuidos por el oficialismo que se sujetará a las ordenes de palacio Nacional. Una Suprema Corte de Justicia repudiada por el 91 por ciento de los electores.
Claro que eso es histórico pues marca el fin de un pacto social que costó sangre y elevó a nivel de próceres y quienes hoy, se volverían a morir de vergüenza al ver que la República que construyeron se derrumbó ante un proyecto mesiánico, autoritario, egoísta, soberbio, mentiroso y corrupto para quienes los pobres, “como debe ser” sólo son carne de cañón al que se le lanzan unos pesos para comprar su agradecimiento, conformismo y lealtad.
En el fondo un mensaje con lo mismo, donde se ponderan los fracasos como logros y se justifica el autoritarismo con exclusiones. NO hay interlocutores, ni siquiera una interpelación de acepta, por el contrario, se asoman los días más negros en la historia de México donde el sometimiento se premia y la disidencia habrá de castigarse.
Ahora con “su poder Judicial”, el Ejecutivo tendrá todas las armas para someter a los mexicanos; será Ministerio Público y Juez, no habrá escapatoria; señor de horca y cuchillo, no hay quien se salve.
Lo de los números, logros y aspiraciones, se enmarcan en la simple idea de cumplir un compromiso y recuperar “El Día del Presidente” que tanto se cuestionó, pero hoy, sin el grito destemplado de la oposición, sin el valentón que se quita la chamarra y reta al presidente del Congreso, ni mucho menos el sujeto que grite ¡Miente señor presidente!
Ya no hay interpelaciones; para eso hay poder omnímodo, para rechazar a cualquier opositor que se atreva a “manchar” la investidura presidencial… ¡Viva el Rey! O ¿Dios Salve a la Reina?
Pregonamos, otro gran logro, una soberanía donde hacemos lo que se nos ordena y ocultamos lo “conveniente”; se defiende al criminal, al faltoso y se justifica al corrupto, al delincuente. Por eso somos felices y quien diga lo contrario, “ya tenemos a nuestro poder Judicial” para ponerlos quietos.