Aunque Pese
Por Salvador Martínez G.
Con una muy alta popularidad de más de 70 por ciento de aceptación de acuerdo con todas las encuestas, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo llegó a su Primer Informe de Gobierno.
En once meses logró probar que las políticas sociales y económicas impuestas en su gobierno benefician a los más pobres con una mejor redistribución de la riqueza y menos desigualdades.
En Palacio Nacional, la jefa del Ejecutivo pronunció su Informe ante los miembros de su gabinete, gobernadores y gobernadoras, representantes del poder legislativo y los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Informe austero que deja ver la sencillez de la primera mandataria, que no dejó pasar la oportunidad para aclarar que durante décadas se hizo creer que la única inversión que importaba era la privada, “que el Estado debía replegarse y dejar al mercado la inversión y el desarrollo”, lo cual únicamente dejó mayor pobreza e insultante concentración de la riqueza.
Ese dogma neoliberal de las leyes del mercado redujo al gobierno a ser un mero espectador, pero hoy “la inversión pública es motor del bienestar y crecimiento con justicia”.
Un año o, mejor dicho, once meses a todas luces difíciles por las arbitrarias e irresponsables presiones de Estados Unidos a México y complicaciones internas, no evitaron la consolidación del gobierno de Sheinbaum Pardo.
Falta mucho, pero la ruta está marcada y, como lo dijo en su Informe, “por la paz y el bienestar del pueblo, tengan la certeza de que no voy a traicionar. Con la fuerza de México, de nuestro pueblo, camina sin descanso, con rectitud, con valentía, y honraré siempre la confianza depositada en mí”.
SUSURROS
Infaltable en el Informe de Gobierno la referencia a los cambios legislativos ejecutados: 19 reformas constitucionales y 40 nuevas leyes, con la reforma judicial como joya de la corona.
Este nuevo Poder Judicial fue calificado por la presidenta como “hecho inédito y profundamente democrático; se termina la era del nepotismo, corrupción y privilegios, y comienza una nueva era de legalidad y justicia para todas y para todos, un verdadero Estado de derecho”.
Por cierto, el día de entrada en vigor de la reforma judicial fue igualmente inédito con los integrantes de la nueva Suprema Corte en una ceremonia tradicional en la que recibieron los bastones de mando en un acto de purificación de corte autóctono.
Teresa de Jesús Ríos, médica tradicional del pueblo zapoteco; Ernestina Ortiz Peña, médica tradicional del pueblo otomí; María de Lourdes Jiménez, médica tradicional del pueblo mixteco, y Yolanda Bautista Hernández, médico tradicional del pueblo zapoteco, fueron las guías de la ceremonia espiritual en la que se pidió la fuerza del universo cósmico para seguir el cambio en favor de nuestro pueblo.
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