Yo Campesino / Foto histórica
- A partir de la 4T todo es único, lo mejor del mundo, inédito e irrepetible
Miguel A. Rocha Valencia
La contradicción fue evidente; mientras en el discurso se hablaba de una democracia que ya no existe y un autoritarismo que se niega, pero se impone, la foto con la representación de los tres poderes de la Unión donde sólo se asoma Morena y acordeones echa por tierra la verborrea, la demagogia de un país que dejó de ser República y termina con el mito de la separación de poderes.
La cara de satisfacción porque no hubo presencia de la oposición, lo confirma.
Ahora se celebra con mayor impudicia el Día del Presidente, donde no hay quien reclame, contradiga o interpele la investidura de la científica. Desde palacio Nacional se rechazó la presencia por ley, de un representante de la oposición como presidente de la Cámara de Diputados y se impuso por orden explícita y pública del Ejecutivo al impresentable Sergio Gutiérrez Luna, de Morena sin importar sus pecados.
Como todos quienes pasan por ese cargo, se habló de un México jaujiano, lleno de luz y promisorio con crecimiento “extraordinario” del 0.4 por ciento que se topa con la realidad de una caída del 63 por ciento en la inversión pública y un aumento del 32 por ciento en el dinero regalado en programas clientelares, mientras el servicio de la deuda se “chupa” 950 mil millones de pesos y se apartan 500 mil millones, la mitad en dólares para salvavidas de Pemex cuya producción apenas si alcanza el millón 200 mil barriles en tanto su deuda documentada crece.
Pero ahora tenemos un régimen que se hizo dueño del Ejecutivo, el Legislativo y sometió al Judicial, con tanta fiereza que el nuevo presidente de la SCJN lanza un discurso de revancha contra quienes defendieron sí sus privilegios, pero también la autonomía de un poder que daba equilibrio a la República y que a partir del día primero, dejó de existir.
Ahora, quien impondrá sanciones a quien delinque directamente desde el poder; de hecho, eso ya no existía desde que el profeta asumió la presidencia. El caso de Pío López Obrador es el más emblemático por cercano y a quien el INE y el TEPJF así como la Fiscalía General de la República, declararon inocente a pesar de las pruebas de que se trata de un delincuente que ahora utilizará a los jueces de consigna para acusar a quien lo exhibió con la recepción de sobres que el mismo profeta reconoció como “contribuciones a la causa”.
Los mismo hará la ex no primera dama quien ya advirtió que ahora con “sus jueces” demandará a quienes hicieron públicas sus intenciones de irse a vivir como princesa a España gracias al fruto de su trabajo. Ni hablar de todos los morenos que se sientan ofendidos, como ya ocurrió con Noroña o la amante de un exsecretario.
Inicia no una reconciliación de la Justicia con el pueblo como dice el nuevo presidente de la Corte, sino una era de revanchas donde para empezar se van contra los antecesores quitándoles jubilaciones y fondos legales; con ello, el Ejecutivo confirma su papel de juez de horca y cuchillo. Ya lo mostró quitándose de enfrente a los incómodos.
Por eso, no les creo y no sé hasta cuándo podamos ejercer las libertades de información y expresión, pero quienes somos de aquí, no medimos el quehacer con cálculos políticos ni económicos sino con el ejercicio de nuestra vocación, hasta donde tope.
Y no somos quienes lo decimos, incluso a nivel empresarial por más que se hable de crecimiento de dinero extranjero en el país, la confianza sigue en caída y al cierre de agosto llegó a 3.4 por ciento menos acumulando en 16 meses de bajas, un 49.3 por ciento. Por eso lo del anunciado “crecimiento del PIB” al 0.4 por ciento, parece mentira.
Es más, de acuerdo con el Indicador Global de Opinión Empresarial, todos sus componentes mostraron números negativos, con un sector manufacturero que disminuyó 3.7 puntos; el comercio bajó 4.1 y los servicios no financieros cayeron 2.7. Entonces, alguien miente, pero no creo que se Goldman Sachs.
Más aún, las remesas volvieron a bajar, esta vez 4.7 por ciento para quedar en cinco mil 330 millones de dólares, la mayor caída de los últimos cinco años. El pronóstico es que la baja continuará.
Pero como dice la canción, aquí no pasa nada, todo está bien y será mejor, aunque los números y las acciones digan lo contrario como la calidad de los salarios y el dizque aumento de la ocupación que sigue acumulándose en la informalidad y la pobreza laboral.
Si, este es un nuevo México donde no sabemos cuánto tiempo podremos estar vigentes muchos de quienes hoy ejercemos nuestro derecho y responsabilidad de periodistas. Un país de revanchas, mentiras, miserables agradecidos y un abierto autoritarismo, cínico.