Yo Campesino / Dinero a corrupción
- Diez mil mdd para que Pemex recompre deuda y alimente podredumbre
Miguel A. Rocha Valencia
Dirán lo que quieran, pero la política de cavar un hoyo para tapar otro podría funcionar si el hueco que se pretende cubrir tuviera fondo, pero en el caso de Pemex, es tirar dinero a la basura como son las obras del obradorato. Ineficiencia, corrupción y pérdidas, son lastre insuperable.
Ahora van a ser diez mil millones de dólares que ofertará pagar Pemex o sea, el gobierno mexicano para la recompra de la décima parte de la deuda que tiene documentada la petrolera con inversionistas y que forman parte de un paquete de 26 mil millones de dólares que debe cubrir entre 2025 y 2026, es decir, ya.
Los otros 250 mil millones de pesos que asume en un fondo de inversión la banca pública encabezada por Banobras y los 10 mil millones de dólares que emitió Hacienda como deuda en los mercados financieros internacionales, por medio de un fideicomiso, servirán para cubrir adeudos con prestadores de servicios a la petrolera.
Eso se dijo, aunque bien podrían utilizarse -se colocaron finalmente poco más de 12 mil millones de dólares-, para respaldar la compra de deuda de la paraestatal, cuya oferta de readquisición cierra el 30 de este mes.
Se trata al final de cuentas, de la incorporación disfrazada de la deuda de Pemex al débito soberano del país, una rayita más al tigre de los casi 19 billones de pesos que a su vez representan poco más del 50 por ciento del PIB nacional.
El tema es que esta estrategia financiera tiene costos muy altos pues en la liquidación de documentos, también se pagan intereses y las recompras también tienen sus recargos habituales que en este caso podrían alcanzar el ocho por ciento anualizado.
Pero lo interesante del asunto es que de esta manera se disfraza la transferencia de recursos fiscales al pago de la deuda adquirida por Pemex a través de documentos propios, ya que, si se hiciera de manera directa, las calificadoras internacionales de inmediato convertirían en basura los documentos de la petrolera.
La transferencia de dinero fiscal a Pemex para que pague su deuda sería un “crimen financiero” y mostraría la realidad de la paraestatal que se declararía insolvente para cumplir sus obligaciones.
Y aunque la recompra incluye 11 series de instrumentos con vencimientos entre 2026 y 2029, la verdad es que es sólo un respiro para los 28 mil millones que debe amortizar la petrolera en el corto plazo.
No obstante, la deuda sigue ahí, en términos globales, la deuda pública bruta no disminuye, se sigue debiendo y como el déficit gubernamental continúa alto y se hacen esfuerzos por disminuir los adeudos, la verdad es que el panorama se ve muy difícil por la ausencia de recursos propios.
Algunos dirán que México frente a otros países está muy bien, como sería el caso de China que lleva un 60% de su PIB y 14 billones de dólares como deuda pública; Japón con una deuda que supera el 263% del PIB y algunos países de Latinoamérica que han aumentado hasta en un 1000% su deuda pública en los últimos años.
O sea, el consuelo de tontos porque la economía de México no tiene las dimensiones de la China o la de EU ni los niveles de crecimiento económico, lo cual es un hándicap que en nuestro país no se puede superar y debemos “festejar” crecimiento de menos del 0.5 por ciento en el mejor de los casos.
Total que en términos reales la deuda subsiste y que a Pemex se le continúan transfiriendo recursos fiscales, en tanto que su débito está pasando poco a poco a la deuda bruta del país y se coloca al cobijo presupuestal, a lo cual se debe agregar que sus aportaciones cada vez son menores o se le perdonan para que pague.
Por eso lo del dinero bueno al malo como sucede con el trenecito Maya que sobrevive con nuestros impuestos porque como aquí se ha mencionado, se le tiene que dar dinero para nómina, mantenimiento y obras adyacentes donde los únicos beneficiaros serán los militares que usufructúan la obra, lo mismo que varios aeropuertos en calidad de dueños pues si hay ganancias son para ellos mismos, aunque no saque ni si quiera para pagar sus salarios.
Pero falta lo peor porque Pemex sigue como resumidero no sólo de dinero público, de impuestos, sino también de corrupción, tan es así que en 2024 y este año, se aceleraron las entregas directas de contratos, sin licitación para servicios y adquisiciones materiales.
De hecho, el 70 por ciento de su gasto en adjudicaciones o sea 316 mil millones de pesos se otorgaron sin licitación ni concurso restringido sino por asignación directa.
Así, la 4T impone su sello distintivo a la paraestatal que está entre las empresas más corruptas del mundo mundial, como dirían los chairos ¿O no?