No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Ser el partido hegemónico, empieza a cobrar facturas a Morena, porque muchos de sus “distinguidos” personajes se han cegados por el poder, al grado de perder objetividad, credibilidad, siendo indolentes e indiferentes con la ciudadanía, sacando el cobre y su egoísmo.
Cómo muestra un botón: a Eduardo Cervantes, ex dirigente de Morena en la Ciudad de México, le costó el cargo en el Programa de Formación Política, por lanzar fuertes críticas contra el partido guinda, al acusar que en su interior persiste la corrupción y la ambición de poder, además de advertir que podrían perder la mayoría en el Congreso local y varias alcaldías. Ni aguantan nada.
Y como andará la situación en el partido, que carece de unidad, unidad que presume su débil lideresa nacional, Luisa María Alcalde, que como mandibulin nadie la respeta, que el director del Fondo de Cultura Económica, Paco Ignacio Taibo II, pidió al coordinador de los senadores, Adán Augusto López, responder sobre su presunto vínculo con el grupo criminal “La Barredora” de Tabasco.
Durante una entrevista con Sabina Berman, el escritor lanzó más que una bola caliente al señalar: “Que dé respuestas: cómo no te enteraste de que tenías como jefe de seguridad a uno de los capos del narco. Y si no te enteraste, demuestra que no te enteraste. Explícate o renuncia”, toma chango tu banana.
El novelista fue sincero con la periodista, al dejar en claro que el tabasqueño no es santo de su devoción, creo que solo es de la senadora Andrea Chávez, y reconoció que como “acto de maldad”, lo apodó “El Conde Drácula”, peroooo aseguró que no emitirá juicios sin pruebas contundentes.
A pesar del desgaste político del senador, el fundador de Morena lo cubre con su manto de impunidad, por lo que Paco Ignacio Taibo II, después de irse contra la prensa que evidencia todos los escándalos de los morenistas, sentenció que “somos responsables de nuestro pasado, nuestro presente y nuestros actos. Donde siembras dudas, creas la idea de que alguien te está protegiendo”.
Una bonita familia
Y que decir de los hermanos Ricardo, David y Saúl Monreal Ávila, quienes han ventilado sus diferencias ante la opinión pública, porque el más pequeño de ellos también quiere ser gobernador. No por corregir los errores de sus hermanos, sino por sus ambiciones personales y de poder.
En un mensaje subido a sus redes sociales, que después bajo, Saúl Monreal denunció que al interior de Morena Zacatecas hay “sectarismos y divisiones”, que ponen en peligro la elección de la gubernatura 2027.
Luego se fue duro y a la cabeza contra su hermano David, al denunciar que “un grupo político en Zacatecas pretende adueñarse del estado, el cual manipula, engaña y distorsiona la realidad”, incluso en presencia del gobernador David Monreal.
Tras su berrinche, Ricardo, el jerarca de los Monreal, le pidió a su hermano serenarse y lo definió como “un rebelde con causa”, para luego señalar que su hermano “no va a cometer suicidio político”, quiúboles, su coscorrón para que se calme.
A ese correctivo, se sumó David, ese mismo que regaño Ricardo Monreal, cuando descuido la candidatura que perdió ante el priista Alejandro Tello Cristerna, para pronto, el actual gobernador, respondió a las acusaciones de Saúl, al señalarle que “cada quien se haga responsable de sus dichos y de sus hechos”.
Aunado a los conflictos de familia, qué decir del autoritarismo de los gobernadores de Morena, como la mandataria de Campeche, Layda Sansores San Román, a la que le aprobaron reformas a la Ley de Expropiación y demás Limitaciones al Derecho de Propiedad del Estado, con la que se podrán expropiar predios a particulares bajo el criterio de “utilidad pública”. Quiúboles, todo para el vencedor, y como que No Pasa Nada.