Fuera de todo
Denise Díaz Ricárdez
Son muy variados los puntos que -después de la consulta popular- formarán parte de la iniciativa propuesta por el ejecutivo federal, misma que se enviará al Congreso en torno a la reforma electoral, el año entrante.
Entre ellos sin duda están la posible reducción de los denominados legisladores plurinominales en ambas Cámaras; el extraordinario financiamiento público a partidos políticos con registro que este año es de 15 mil millones de pesos y; el gasto del Instituto Nacional Electoral (INE).
La Comisión encargada de la consulta está a cargo del exlegislador y extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, y propone un temario que incluye 16 apartados cuyos resultados entregará a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo en enero del año próximo.
Están las ya mencionadas y otras interesantes como “el sistema de votación y de cómputos dentro del territorio nacional y en el extranjero” y aquí un sobresaliente aspecto en plena etapa de innovación tecnológica en las redes –incluida la inteligencia artificial- que significa el voto electrónico.
No sólo significa un ahorro impresionante de recursos humanos y que ahora tienen la responsabilidad de operar las elecciones.
Baste recordar: “Este 21 de marzo de 2024, el Instituto Nacional Electoral (INE) en colaboración con Talleres Gráficos de México (TGM), concluyó la impresión de las 105 millones 774 mil 831 boletas electorales que serán utilizadas en la elección presidencial del 2 de junio próximo, informó la Consejera Presidenta, Guadalupe Taddei Zavala”.
Eso sin contar otros materiales como el voto en el extranjero, sufragio anticipado y voto en prisión preventiva, así como “más de 14 millones de documentos sin emblemas y dos millones 400 mil materiales electorales”.
Así que no hay que descartar de ninguna manera el voto electrónico, los bosques lo agradecerán.