CONTRASEÑAS
- Bombazo en el Poder Judicial del Estado de Veracruz.
- La tormentosa historia de Diana Adivedh Cruz Villegas.
- Quien traiciona una vez, traiciona siempre, dicen los clásicos.
Miguel Valera
Desde tiempos inmemoriales, el refranero popular ha acuñado una frase contundente: “Quien traiciona una vez, traiciona siempre”. Pasa en la política y pasa en la vida en general. La expresión de marras; es decir, conocida sobradamente, se podría aplicar muy bien a Diana Adivedh Cruz Villegas, la nueva Integrante del Órgano de Administración del poder Judicial.
La jovencísima funcionaria —me cuenta un morenista cercano al ex gobernador Cuitláhuac García Jiménez— le dio una puñalada en la espalda a quien fuera su pareja sentimental, y a quien recibió en pañales en la administración pública, le dio la oportunidad de servir, la mantuvo muy, muy, pero muy cerca, en su círculo de intimidad; la hizo Jefa del Departamento de Programación y Presupuesto, luego Directora general de Administración del poder Judicial, con 21 años de edad y luego ella, con la mano en la cintura, empoderada, lo traicionó.
Incluso fue el ahora director general del Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenegas), quien a través de las hermanas Dorheny García Cayetano, diputada local y la Magistrada Ailett García Cayetano, la impusieron en dicho órgano de administración del Poder Judicial de Veracruz.
Y ahora para deslindarse, no sólo cuenta en círculos cercanos intimidades del ex mandatario veracruzano, las cuales son muy respetables y pertenecen al ámbito justamente de eso, de lo privado y algo más delicado, vocifera a los cuatro vientos que firmó con los ojos cerrados, siguiendo sus instrucciones, todas las Adquisiciones Directas para amigos del ex gobernador Cuitláhuac García Jiménez.
Y de las partidas administrativas que dejó la Magistrada saliente, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, ya se gastó los 350 millones de pesos, así como el Fondo Auxiliar del Poder Judicial del Estado de Veracruz.
Además, se sabe que la Auditoría Superior de la Federación le anda siguiendo los pasos, por diversos procedimientos que autorizó siendo directora de Administración del mismo Poder Judicial.
Ahora, nos cuentan, su asesor de cabecera, muy, pero muy, pero muy cercano, es un personaje que le recomendaron las hermanas Dorheny y Ailett García Cayetano. El hombre, cuyo nombre nos reservamos, es quien la asesora, protege y la orienta en todas las operaciones financieras que está realizando en el Poder Judicial del Estado de Veracruz.
¿Sabrá la Gobernadora Rocío Nahle, que el ex gobernador le sigue metiendo mano a la nómina y presupuesto de los veracruzanos, ahora en el Poder Judicial manejando dicho órgano de Administración?
PAQUETE ECONÓMICO 2026
El Paquete Económico 2026, entregado al Congreso de la Unión el pasado 8 de septiembre, deja ver un hecho relevante en las finanzas públicas mexicanas: el pago de intereses de la deuda supera a lo destinado a salud y educación, rubros que se ven superados por la inversión en programas sociales de la presente administración.
Así lo advierte el número 17 del Boletín de análisis económico de la Escuela de Negocios ITESO (ENI), que dedica su tema central a desmenuzar las implicaciones fiscales y sociales del primer presupuesto elaborado por la nueva administración federal.
Para Mireya Pasillas, académica de la ENI y responsable editorial del boletín, esta tendencia resume el dilema de la política fiscal actual: “Desde la administración de López Obrador el costo financiero de la deuda ya superó el gasto en salud y el gasto en educación”, subraya. En su opinión, la carga del endeudamiento está comprometiendo la capacidad del Estado para atender las necesidades estructurales de la población.
De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, los ingresos presupuestarios para 2026 se calculan en 8.7 billones de pesos, equivalentes a 22.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que el gasto total ascendería a 10.1 billones, es decir, 26.1 por ciento del PIB. El resultado es un déficit de 4.1 por ciento que, aunque menor al de 2025 (4.3 por ciento) y al de 2024 (5.7 por ciento), sigue reflejando una dependencia alta de la deuda para equilibrar las cuentas públicas.
“Lo que aquí observo en general y también se ha dicho mucho, es que busca cierto equilibrio fiscal, pero no lo logra totalmente. Se están priorizando intereses de corto plazo, en vez del beneficio de largo y mediano plazo de la población”, considera Pasillas.
El boletín confirma que la brecha estructural entre ingresos y gasto se mantiene desde hace más de una década. Aunque los ingresos tributarios han crecido, los gastos han avanzado a mayor ritmo. En consecuencia, cada año el gobierno debe recurrir a financiamiento adicional para cubrir el déficit.
@MValeraH