Magno Garcimarrero
Otoño lagrimal de gris congoja
que se derrama en lluvia en el alero
bruñendo la nostalgia de un te quiero
que en la luz de la tarde se deshoja.
Latitud de un ayer que nos despoja
de la memoria fiel y lisonjera
que encendimos un día de primavera
con fuego y nieve, dulce paradoja.
¿Cuántos otoños vieron nuestros ojos
humedecer las piedras del camino?
¿Cuántas veces sorteamos los abrojos?
¿Previmos por ventura este destino
que nos aloja sin dolor ni enojos
en un otoño vesperal cansino?
M. G.