Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Con un ultimátum a Hamas, el presidente Donald John Trump y el primer ministro sionista Benjamin Netanyahu, advirtieron que debe aceptar su plan de paz de 20 puntos para Gaza o enfrentar las consecuencias. El estadunidense es experto en materia de amenazas y chantajes con quien se le ponga enfrente y cuando topa con pared (Brasil, Canadá, China, Colombia, Groenlandia, India y Rusia) pierde el autocontrol.
La iniciativa de la dupla neofascista establece que el enclave –énclave, dicen las conductoras de Once Noticias– sea gobernado por un comité palestino “tecnocrático y apolítico”, bajo la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la junta de la paz presidida por DJT, y que el Movimiento de Resistencia Islámica en Palestina, nombre oficial de Hamas, renuncie a las armas y a la política en Gaza, hoy destruida literalmente y con cientos de miles de cadáveres bajo los escombros, pues los especialistas de la ONU proponen multiplicar por 10 las cifras del gobierno gazatí.
La neocolonialista iniciativa estadunidense-israelí fue presentada por Qatar y Egipto al equipo negociador de la dirigencia de Hamas, que prometió estudiarla “responsablemente” a pesar de que no fue consultada para la conformación del plan. En tanto que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina saludó los “esfuerzos sinceros (sic) y determinados” de Trump para poner fin a la conflagración en Gaza, y afirmó su compromiso de completar los puntos, incluida la celebración de elecciones presidenciales y parlamentarias dentro del año siguiente al alto el fuego definitivo. Divide y vencerás es la premisa de los dos imperialismos en pleno final del primer cuarto del siglo XXI.
El plan del dueto criminal consiste en un alto el fuego inmediato, el canje de rehenes en poder de Hamas por prisioneros palestinos en manos de Israel, una retirada escalonada de las tropas de este país del enclave palestino y el desarme de la resistencia. Y contempla la formación de un órgano de transición de tecnócratas y apolíticos palestinos y extranjeros para gestionar la administración gazatí sin Hamas, “bajo la supervisión de un nuevo organismo internacional de transición, la junta de la paz”, presidida por Trump, quien aseguró que “en 72 horas tras la aceptación del acuerdo por parte de Hamas, todos los rehenes, vivos o muertos, serán devueltos” y “si ambas partes aceptan la propuesta, la guerra terminará de inmediato”.
El emperador que hace dos semanas anunció que en su segundo mandato presidencial “gobernaré al mundo”, lo explicó así: “la junta de la paz estará presidida… No lo he pedido yo. Créanme. Estoy muy ocupado, pero teníamos que asegurarnos de que esto funcione. Los líderes del mundo árabe e Israel y todos me han pedido que lo haga, así que estará presidida por un caballero conocido como presidente Donald J. Trump de Estados Unidos. Eso es lo que quiero. Algo más de trabajo extra. Pero es tan importante que estoy dispuesto a hacerlo”.
El renovado impulso imperialista del gobierno de las barras y las estrellas para imponer una alto el fuego en Gaza llega cuando varios países occidentales, destacadamente Gran Bretaña, la madre que parió a Israel, se sumaron a los 150 –incluido México– que reconocían un Estado palestino en la 80 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas.
Todo apunta que la única utilidad de la propuesta de DJT fue quitarles la máscara a los gobiernos que esperaban algún pretexto para validar la masacre y ponerse en buenos términos con los genocidas.
Acuse de recibo
De Enrique González Ruiz: “Estimado Eduardo: El comentario de Elena Arenas, (…), refuerza mi convicción de que el asunto tiene que ser resuelto plenamente, para alcanzar la verdad y justicia (…) Porque se ha cuestionado el derecho del abogado Vidulfo Rosales de ocupar un cargo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como si fuese un acto de deslealtad con los que fueron por casi once años sus representados y, ahora se plantea como un tema discutible por razones de desconfianza del exmandatario. Ciertamente, hubo discrepancias en la visión del tema por parte del gobierno y de la asesoría jurídica de las víctimas. Y de hecho, han crecido conforme pasa el tiempo, pues ya son once años de investigaciones y juicios sin resolución definitiva y, lo más importante, sin verdad ni justicia. Es razonable, entonces, plantear que se den los pasos legales para que se aceleren las gestiones necesarias para que el megacaso sea resuelto, a satisfacción de las víctimas, sus familiares y la sociedad entera, que tienen muy presente el compromiso de luchar contra la corrupción y la impunidad que dio sustento al régimen que actualmente predomina y que éste ha repetido incansablemente que no son iguales a los del viejo régimen. Saludos”… Dwayne Chaisson Ibarra es el nombre correcto del señor fallecido el 21 de septiembre en Luisiana, EUA, hermano de Robert Tamayo y Tracy Chaisson; aclara su tío, el pastor Juan Alfonso Ibarra.
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