Por Deborah Buiza
El otro día de metiche en una conversación ajena escuchaba a una chica compartir lo que tenía en su “lista de cosas por hacer”.
¿Será que todos tenemos una “lista de cosas por hacer”?
No me refiero a la lista diaria de pendientes, ni a la clásica lista de metas o propósitos de año nuevo, sino a esa lista de actividades que te gustaría realizar alguna vez en la vida, o a las cosas que te gustaría ser o experimentar, aunque sea una sola vez, esa lista de “to do” antes de morir.
Recuerdo una película que no vi en el cine y que tardé muchísimos años para verla porque me removía la muerte de mi padre. Se trata de The Bucket List conocida en español como Ahora o nunca o Antes de partir — en la que dos personajes, al enfrentar su muerte inminente, deciden cumplir una lista de deseos pendientes. Es una historia inspiradora que muestra cómo, ante la certeza de un final cercano, uno puede encontrar la motivación para hacer realidad esos sueños guardados. Sin embargo, no deberíamos esperar a saber que estamos próximos a morir para sacar esa lista, dejar todo de lado y tratar de cumplirla.
Sin saber cuándo llegará nuestro final, es posible que esa lista quede guardada en un cajón o en una nota del celular, durmiendo el sueño de los justos. “Si algo se quiere hacer, necesita tener un espacio en tu agenda”, escuché alguna vez; de otra forma, es poco probable que se lleve a cabo.
¿Qué hay en tu lista?
¿Qué lugares te gustaría visitar? Tal vez tienes una decena de destinos, qué te parecería apuntarlos por orden de importancia, y luego volver a ordenarlos según lo posible que sea alcanzarlos, y después, anotar los pasos que necesitas dar para conseguir el primero.
Cuando te das cuenta de que no es tan inalcanzable y que puedes darle espacio y energía, como a cualquier otro proyecto, en tu mente pasa lo necesario para que sea posible, o incluso más posible que antes, cuando solo estaba apuntado.
¿Qué te gustaría aprender? Pero fuera del currículum, eso que no podrías incluir en una historia de vida ni externar en una entrevista laboral; eso que es solo para ti, por puro disfrute, gozo u ocio.
¿Qué te gustaría comer? ¿Qué te gustaría ver? ¿Qué experiencia te gustaría probar?
Es probable que ahora la vida esté llena de responsabilidades, gastos y compromisos, que la agenda esté saturada de actividades, pero sí de vez en cuando revisas tu lista, puede que se abran caminos y medios para ir y tachar como cumplido lo que está apuntado.
¿Y si te dieras el gusto de ir por algo de esa lista? Creo que la vida puede tener muchos sentidos y propósitos (incluso tal vez ir cambiando al paso del tiempo), pero ¿y si solo fuera que la vida es para ser vivida y experimentada?
Y tú, ¿qué tienes en tu lista por hacer una vez en la vida?