* ¿Cuántas confrontaciones armadas abiertas o solapadas desde 1948? ¿Cuántas vidas desperdiciadas por los caprichos humanos, en los que nada tiene que ver la deidad ni la original alegoría de la Tierra Prometida? Cuando Moisés rompió las Tablas de la Ley en el Sinaí, se estableció el fondo de la relación entre la deidad y su creación, el ser humano. Si no se crea un Estado Palestino, la confrontación, la guerra de usura, el terrorismo, durará hasta el fin de los tiempos
Gregorio Ortega Molina
Donald Trump convocó a Tony Blair a un trabajo conjunto para pacificar Gaza. Habría que remontarse 77 años para comprender ese empeño, que se funda más en un interés económico y político que humanitario.
Veamos de las enciclopedias digitales: “El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión , director de la Agencia Judía, proclamó el establecimiento del Estado de Israel. El presidente estadounidense Harry S. Truman reconoció la nueva nación ese mismo día.
“Aunque Estados Unidos apoyó la Declaración Balfour de 1917, que favorecía el establecimiento de un hogar nacional judío en Palestina, el presidente Franklin D. Roosevelt había asegurado a los árabes en 1945 que Estados Unidos no intervendría sin consultar tanto a los judíos como a los árabes de la región. Los británicos, que mantuvieron un mandato colonial sobre Palestina hasta mayo de 1948, se opusieron tanto a la creación de un estado judío como a un estado árabe en Palestina, así como a la inmigración ilimitada de refugiados judíos a la región. Gran Bretaña deseaba mantener buenas relaciones con los árabes para proteger sus vitales intereses políticos y económicos en Palestina”.
Es posible que los gobiernos británico y estadounidense estén a punto de repetir el error de hace poco más de quince lustros. Imposible pensar en un presente en paz amparados en una historia bíblica para justificar los intereses del anterior imperio y del que hoy mangonea, por más que se lo disputen Rusia y China. Más que fundamentar las decisiones en el Éxodo bíblico y sus resultados y consecuencias, lo que hoy determina el proceder del Imperio de Estados Unidos es la geopolítica acotada por el auténtico poder que decide sobre el comportamiento humano: el económico, sustentado en la debilidad legal e impulsado por la actividad del crimen organizada, lo mismo contrabando de armas que de seres humanos y narcóticos.
¿Cuántas confrontaciones armadas abiertas o solapadas desde 1948? ¿Cuántas vidas desperdiciadas por los caprichos humanos, en los que nada tiene que ver la deidad ni la original alegoría de la Tierra Prometida? Cuando Moisés rompió las Tablas de la Ley en el Sinaí, se estableció el fondo de la relación entre la deidad y su creación, el ser humano.
Si no se establece un Estado Palestino, la confrontación, la guerra de usura, el terrorismo, durará hasta el fin de los tiempos. No importan los acuerdos de paz ni la entrega de rehenes.
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