HOMO POLÍTICUS
PAVE SOBERANES
- Criminalización Política a Perseo Quiroz que Huele a Extorsión
—Tírate a la piscina, ordenó el fisioterapeuta.
Cuauhtémoc Blanco venía de una lesión de rodilla y debía hacer trabajo de rehabilitación, tras la intervención quirúrgica.
Pero Blanco no salía del agua. El equipo médico lo salvó de morir ahogado.
—¿Por qué no nos dijiste que no sabías nadar?
«Usted me dijo que me tirara a la alberca, y mi tiré», respondió.
Todos, excepto uno, él, sabemos que el señor Blanco era un jugador de excepción en la zona donde se juega el peor futbol del mundo, y un iletrado —«Es muy inteligente Cuauhtémoc», se pitorrea Ricardo Monreal—. Fue tres años presidente municipal de Cuernavaca y seis, gobernador de Morelos. En ambos cargos lo hizo con las patas, pero enfermó del corazón. Tras de sí, dejó una estela de corrupción y muerte. Se dedicó, además, al divertimento. Siempre contó con la protección de Osorio Chong en Cuernavaca, y de López Obrador y Claudia Sheinbaum en gubernatura y diputación federal. Nunca ha estado solo…
Tenía más de un año —escapó de Morelos antes de finalizar su sexenio— que no demostraba su irresponsabilidad. Las familias de Morelos, las interesadas en la cosa pública, nueve años aguantaron su profanación vulgar a la responsabilidad, a la seriedad, a la honestidad, a la atingencia, a la inteligencia, al decoro… No podía ser de otra manera con el peladito de Tlatilco.
Nueve años perpetró iguales tonterías que en la actualidad, y todas le fueron perdonadas en Palacio Nacional. El miércoles 15, Cuauhtémoc jugaba raqueta y pidió contaran su asistencia a sesión semipresencial. No la contaron ni votó la Ley Federal de Derechos, como tampoco el Código Fiscal de la Federación. Sí voto, tras bañarse y llegar tarde al salón de sesiones de San Lázaro, el incremento a los impuestos y la Ley de Ingresos 2026, que presumió sin saber lo dañinas que son. Estar nueve años en el estado de Morelos lo enfermó. «Fui exgobernador de un estado […] mi corazón necesita hacer otra vez ejercicio […] me hice estudios en Médica sur». ¿Y por qué no en el ISSSTE danés?
El indiciado por el delito que se paga con cárcel, el de ataque a la integridad sexual de una mujer, su hermana agnada, es decir, de padre, sigue sin poder ser desaforado en la Cámara de Diputados, pues su cazatalentos, Hugo Éric Flores, culpa al subprocurador de Justicia de Morelos de no avanzar en la integración de la averiguación. La única medalla del sub Edgar Maldonado —¿a san Benito, para ahuyentar el maligno?— cuelga de un hilito de la mano derecha.
letraschiquitas
El diputado Juan Ángel Flores presumió que lo acompañaron en su informe sus iguales —igualitos— morelenses, más cinco de otras entidades, es decir, por éstos últimos, el 1 por ciento de San Lázaro***. Abortó la criminalización política del munícipe Perseo Quiroz [foto], porque el zar anticorrupción Leonel Díaz retiró los cargos del «delito» de plausiblemente clausurar un antro de vicio en Tepoztlán***. El Órgano de Administración del poder Judicial debía pedir se investigue y sancione al magistrado Guillermo Arroyo, ante la sospecha fundada de proteger de ese tipo clausuras a los antros de vicio.