Pablo Gato
En las últimas fechas Rusia ha tenido un presupuesto de defensa de un 5% comparado al de los países de la OTAN.
Sin embargo, ha vuelto a adelantarse a toda la industria de defensa de Occidente al probar con éxito el primer misil crucero de propulsión nuclear.
Es una verdadera vergüenza para la OTAN y para Occidente en general.
¿Cómo un país con el 5% de la teóricamente poderosa industria de defensa de Occidente le ha podido ganar claramente la carrera de armamentos?
¿Ineficiencia, falta de imaginación, corrupción a escala mastodóntica, los políticos poniendo las prioridades equivocadas? ¿O todo junto?
El caso es que Rusia ya tiene otra arma que Occidente no tiene: un misil crucero que puede volar eternamente por todo el mundo hasta que se decida dónde quieren que impacte.
Pero Rusia también se ha adelantado con los misiles hipersónicos, que pueden volar a 10 veces la velocidad del sonido y no hay nada en el arsenal de Occidente que pueda pararlos.
El propio secretario de Defensa de EEUU hasta declarado públicamente que esos misiles pueden hundir toda la flota de portaviones del Pentágono en apenas 20 minutos.
Es decir, esos portaviones pueden servir para un potencial conflicto con Venezuela pero jamás ya para potenciales conflictos con países como Rusia, China o Irán.
¿Adónde ha ido a parar esa tonelada de dinero que cada año Occidente se ha gastado en armas?
¿Cómo es posible que Rusia con un presupuesto infinitamente inferior durante décadas los haya dejado en evidencia y además en pleno conflicto con Ucrania?
¿Adónde va a parar nuestro dinero?
Inédito.




