La Espinita
Andy S. K. Brown*
- Impreciso Plan para Michoacán
- Represión enciende los ánimos
- Ya les urge un nuevo distractor
Tras casi tres años de precampaña y campaña por todas las entidades del país, más uno de aparente ejercicio de las funciones que le asignó su antecesor, la señora Claudia Sheinbaum ¡ya va a planear! ¡Apenas!
Llegó a las habitaciones y oficinas que López Obrador le renta en Palacio Nacional sin proyecto, y por tal es que pregunta a la audiencia de sus mentiñeras “¿qué proponen?”, demostrando urbi et orbi que ella no tiene ni la más remota idea de qué hacer.
Así, apurada por la urgencia y, sobre todo, por la presión social que le reclama no haber escuchado al presidente municipal quien durante meses le pidió auxilio y apoyos para enfrentar a los criminales fue que ayer, tres días después de la artera ejecución de Carlos Manzo, sus inexpertos asesores se sacaron de la manga un “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia” anunciado en la mentiñera de este martes y que, como siempre sucede, terminará en plan ranchero. Uno más.
Porque es apenas un plan. No es un programa.
La diferencia es clara. El plan define qué se hará, mientras que el programa detalla cómo y cuándo se hará a través de la ejecución de proyectos y tareas con plazos y objetivos claros.
Líneas generales las del plan. Más burocracia con “oficinas presidenciales” en los municipios. Violación de la soberanía estatal y de la autonomía de la Fiscalía local con otra Fiscalía Especializada creada desde “el Centro”. Arte. Cultura. Más consultas “a los sectores”, cualquier cosa que se entienda por ello.
Nada concreto. Sólo palabras amontonadas en un papel con bullets y asteriscos, impresos a las volandas y repartido entre sus fallidos colaboradores para que, por la tarde, se reunieran a ver qué y cómo van a darle concreción al plan.
La “científica” experta en estufas de leña, tampoco sabe de Humanidades ni de Literatura, pues pasó su juventud alborotando en el campus universitario. Por eso no conoce que Fiodor Dostoievski escribió que “después de un fracaso, los planes mejor elaborados parecen absurdos.”
Es el caso, pues este ni siquiera está bien definido. Está mal hecho.
Y además, ¿ya les preguntó a los cárteles si están de acuerdo?
* * *
En “La noche de Tlatelolco”, Elena Poniatowska transcribe lo que le dijo la entonces estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM Ernestina Rojo González sobre la represión del gorilato echeverrista-diazordacista en contra de los jóvenes en el ya no tan lejano 1968:
“¿Cómo es posible que el gobierno considerara un ‘gravísimo problema’ a un puñado de muchachos y muchachas? Resulta ridículo sobre todo si se sabe que el gobierno cuenta con un aparato de represión poderosísimo y ejerce un control casi absoluto sobre los medios de información ¿Qué peligro?, ¿qué ‘gravísimo peligro’ no puede controlar el gobierno actual?
“Yo creo que el único que no puede controlar es el de su propia conciencia, porque si los miembros del gobierno tuvieran la razón y gobernaran como se debe no le temerían a nada ni necesitarían escudarse en la fuerza ni en la injusticia para sostenerse…
“Además, gran parte de la población es pasiva, entonces, ¿qué? ¿Qué se traen? Llevan todas las de ganar.”
Y como dicen que la historia es cíclica hoy la represión vuelve por sus fueros en Michoacán, donde con gases y balas de goma pretenden acallar la indignación.
Alfredo Ramírez Bedolla, incapaz de articular respuestas políticas a la crisis que vive la entidad que le entregaron los narcos por órdenes del capo López Obrador, no podría haber reaccionado de otra forma.
No es político.
Es tan solo el capataz de los criminales en esa entidad.
Como lo son los gobernadores morenistas en muchos otros estados.

* * *
Los último siete años han pasado sin que las administraciones de la 4T tomen por los cuernos la solución de los verdaderos nuevos y viejos problemas que se les presentan a diario.
Para esquivarlos y evitar las cornadas han preferido capotear a la sociedad con distractores de todo tipo. Para eso, entre otras cosas, sirven las mentiñeras que de lunes a viernes se celebran en Palacio Nacional.
El lunes vimos uno ya muy gastado y, por ende, cada vez menos efectivo.
Dedicó la señora Sheinbaum apenas unos segundos para lamentar el asesinato del alcalde uruapense Carlos Manzo y muchos largos minutos para atacar, insultar y denostar no sólo a los medios de comunicación y a quienes nos desempeñamos en ellos, no nada más a los opositores, ahora también arremetió en contra de un mayoritario segmento de la población que se siente indignada por ese artero crimen. La manipuladora acusó manipulación de los querellantes. Pero las protestas y los reclamos siguen.
Eso ya dejó de ser funcional para sus propósitos. ¿Qué sigue? ¿Otra vez Ricardo Salinas Pliego? ¿La falta de sensibilidad del PAN? ¿El rompimiento de relaciones con Perú?
El servicio social de La Espinita, siempre dispuesto a apoyar a la comunidad, le ofrece hoy distractores que sí resultarán efectivas.
Proceso de desafuero a Adán López para que enfrente sus delitos ante un juez imparcial. Denuncias formales ante la FGR de corrupción en contra de “Andy” y “Bobby” López por el huachicol fiscal, sólo para empezar, y luego que se les persiga por los medicamentos, por el Tren Maya, por la larga cola que se les puede pisar.
Esos sí funcionan a estas alturas.
Le urgen, señora Sheinbaum. Le urgen.
@AndySKBrown1
* Pseudónimo bajo el que se redactan informaciones aportadas por los colaboradores y lectores del portal Índice Político.




