DE PRIMERA MANO
- Todo en orden en la primera comparecencia
- Nadie se salió del guión
- Héctor puso en su lugar a Dorheny
- Elena, preguntas ciudadanas
- Diego, el diputado maldito
- El profe Bautista pone orden
Por Omar Zúñiga
Este martes inciaron las comparecencias de los secretarios de Despacho con motivo de la Glosa del Informe de Rocío Nahle.
Ricardo Ahued Bardahuil, secretario de Gobierno, es quien dio inicio a la serie de visitas que deben hacer los titulares de las secretarías para saber el estado que guarda el Estado.
Más allá de los discursos oficiales, que si hay gobernabilidad, que si la seguridad que si la inseguridad, hay que resaltar varias cosas de esta primera comparecencia.
En primer lugar, el formato que se estrenó con la visita de Ahued, que con la intención de que concluyeran más rápido las comparecencias interminables que llegaban a durar varias horas, no dejó feliz a nadie.
Otro asunto a destacar es que más allá de la figura del secretario de Gobierno, Ricardo Ahued no deja de ser el personaje que, al final del día, infunde respeto.
No hubo ningún tipo de protesta afuera del Congreso, pero tampoco adentro.
Los diputados rijosos, los pendencieros, los que hablan fuerte, como Héctor Yunes, que les gusta el enfrentamiento, fajador, hizo señalamientos y cuestionamientos, fuertes ciertamente, sin embargo nunca en la falta de respeto.
Sin embargo, Yunes Landa no dejó de poner en su lugar a la diputada Dorheny García Cayetano, presidenta de la Comisión de Gobernación, encargada de llevar esta primera comparencia.
Al final del reclamo, la respuesta de la diputada García fue el silencio. A veces, ciertamente, es mejor callar.
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Los otros diputados de la oposición que hicieron uso de la voz, como Fernando Yunes, otrora entrones, fuertes en sus cuestionamientos, parecieron toros mansos.
El miedo no anda en burro, dice la conseja popular.
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A destacar, la intervención de la diputada Elena Córdova de Movimiento Ciudadano, quien fiel a la postura del partido naranja, dio a conocer los cuestionamientos de la ciudadanía, que tradicionalmente abren sus canales de comunicación para que el diputado se convierta en el enlace entre el ciudadano y el Gobierno. Bien.
Hay que dejar claro también que a diferencia de otros años, esta ocasión no fui participado de esta iniciativa, que al final carece de importancia; “una golondrina no hace verano,”, dicen; sin embargo se hubiera agradecido. Se extraña esa sensibildad que tenía Sergio Gil Rullán, en fin…
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Otro punto a destacar es la postura de Morena, que lo hizo a través del diputado maldito*, Diego Castañeda Aburto, quien más allá que se deshizo en halagos, no aportó absolutamente nada y la melcocha desparramó el microfóno.
Se hubiera agradecido, sin faltar al respeto al orador, sin ponerle el pie a la gobernadora, sin salirse del guión, al menos un discurso bien estructurado, que no le afectara directamente, pues al decir en su speech que los “gobiernos de antes” nunca más regresarían al poder en Veracruz, fue como escupir para arriba, pues la corta memoria de Diego lo hizo olvidarse que él mismo fue parte de esos “gobiernos de antes”. Uuffff.
La memoria es corta y la memoria política es peor, casi como la de Dory…
*NdelaR: Diputado maldito, pues por más esfuerzos y méritos que haga, Diego está destinado a terminar como diputado local, al tener en su fórmula como suplente a Esteban Ramírez Zepeta.
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Lo más destacable de la alocución de Ricardo Ahued, fue el reconocimiento de que NO es el pasado a quien hay que responsabilizar de lo que ocurre.
“No me voy a subir al escalón del pasado para responsabilizar a nadie”. Congruencia, es la palabra de Ricardo Ahued. ¡Bravo!
Además el reconocimiento de que recibió una Secretaría pa`l perro.
“Encontramos varias oficinas trabajando con recursos propios; no había computadoras, compañeros llevan sus computadoras y sus impresoras”.
Pero llorar nunca, hay que sacar la chamba y solucionar las broncas y en eso está metido Ricardo Ahued.
Por eso se mantiene donde está, a pesar del fuego amigo.
Reconocer lo que hay, trabajar fuerte y ver hacia el futuro, por un Veracruz mejor.
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Mención aparte merece el profe, Esteban Bautista, que pidió los comparecientes mesura en sus actos.
No llevar show, batucadas, aplaudidores y varios etcéteras, que hacían de las comparecencias, un verdadero circo de tres pistas.
¡Gracias!
¡Qué barbaridad!
deprimera.mano2020@gmail.com




