NEMESIS
Fernando Meraz Mejorado
La intrusión de López Obrador para arrebatar el control político de la revocación de mandato ha levantado una nueva ola de irritación en el país. Es claro que Amlo está realmente alarmado por el escaso oficio político de Sheimbaum, quien tiene a México ardiendo con las marchas de los jóvenes de la Generación Z, de los transportistas, los maestros, las madres buscadoras, las carreteras bloqueadas, los agricultores, etcétera, etcétera.
La medida ha sido apoyada por la cúpula morenista, pues el propio caudillo macuspano vive acaso los días más tensos de su vida azarosa, según trascendió en la reunión que Sheimbaum se reunió con los gobernadores morenistas, aunque la información oficial dijo que fue para “apoyar a la presidente.”
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En todos los actores políticos la imagen de López Obrador es la de un tipo habilidoso, marrullero, experto en todo tipo de maniobras, legales e ilegales, que no tendrá escrúpulos para que el candidato de Morena sea alguien con la experiencia y sapiencia necesarios para pavimentar el camino del vástago de López en la siguiente elección.
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López confía en que la memoria popular es débil, que con el tiempo cristalizara el recuerdo de sus fechorías. Casí lo he dicho entre líneas. Esto es que estaríamos ante una nueva mascarada para que Morena siga aupada al poder en México.
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Pero esta vez se equivocará. el fraude a la confianza pública deteriora la relación entre gobierno y ciudadanos, para ser real, que debe fincarse en una confianza mutua. El engaño es una traición a esa confianza fundamental y por ende a la Nación.
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Sheimbaum y su gobiernito tratan de minimizar su ineptitud con mascaradas. Por eso no pierden oportunidad de ofrecer eventos a las mayorías a precios exhorbitantes.
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Pero la historia nos muestra que las mascaradas solo perpetúan la falta de soluciones, sino que además agrava la ineficacia del gobierno engolosinado con el poder.
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En México el pueblo ha tomado las calles, las carreteras, y el descontento cunde como reguero de pólvora. Cuando no hay una presión real para mejorar, todo apunta al caos. Así lo demuestra la historia, dolorosa pero inevitable. – oOo –





