Fuera de todo
Denise Díaz Ricárdez
Guillermo del Toro es uno de los cineastas más interesantes y creativos de nuestro tiempo.
Nacido en Guadalajara, México, en 1964, ha dedicado su vida a contar historias fantásticas que nos llevan a mundos llenos de criaturas extraordinarias y aventuras emocionantes.
Desde pequeño, Del Toro fue un gran fanático del cine, los cómics y la literatura de terror, lo que lo inspiró a crear sus propias historias llenas de personajes únicos.
Una de las cosas más geniales de Del Toro es su capacidad para mezclar la realidad con la fantasía.
Sus películas no solo son entretenidas, sino que también nos hacen pensar sobre temas importantes como la amistad, la valentía y la lucha contra la opresión.
Su obra más famosa, “El laberinto del fauno”, es un gran ejemplo de esto. En esta película, los personajes deben enfrentarse a situaciones difíciles y encontrar la fuerza dentro de ellos mismos para superar los obstáculos.
Del Toro nos muestra que, a veces, los monstruos pueden ser más que solo seres aterradores; pueden ser reflejos de nuestros propios miedos y deseos.
Una de las cosas que más destaca en el trabajo de Del Toro es cómo humaniza a los monstruos.
En sus películas, criaturas como el Hombre Pálido de “El laberinto del fauno” o el monstruo de “La forma del agua” no son solo villanos; son personajes complejos que buscan amor y comprensión.
Esto nos recuerda a Frankenstein, el famoso monstruo creado por Mary Shelley, que también es un símbolo de la búsqueda de aceptación. Tanto Del Toro como Shelley nos muestran que, aunque a veces los monstruos pueden parecer aterradores, en realidad solo quieren ser entendidos.
La historia de Frankenstein, escrita en el siglo XIX, trata sobre un ser creado a partir de partes de cadáveres, que lucha por encontrar su lugar en un mundo que lo rechaza.
Del Toro se inspira en esta narrativa para explorar temas como la soledad, la alienación y la búsqueda de identidad en sus propias películas.
Al igual que Frankenstein, que se convierte en un reflejo de la humanidad en su lucha por ser aceptado, los personajes de Del Toro nos muestran que todos, incluso los que parecen diferentes, tienen historias valiosas que contar y emociones profundamente humanas.
Desde muy jovense sintió atraído por la historia de Frankenstein, una novela que plantea preguntas sobre la creación y la responsabilidad.
En sus películas, explora temas similares, presentando personajes que buscan amor y conexión en un mundo que a menudo los rechaza.
Por ejemplo, en “La forma del agua”, la relación entre Elisa y la criatura acuática nos muestra que el verdadero amor puede trascender las apariencias y las diferencias. El monstruo no solo es una criatura, sino un ser que anhela conexión y amor en un entorno hostil.
También hace referencias a muchos clásicos del terror en su trabajo, creando un vínculo entre su cine y la rica historia de los monstruos en la cultura popular.
Además de su talento como cineasta, es un gran defensor de la diversidad y la inclusión en Hollywood.
Busca contar historias que representen diferentes voces y experiencias, lo que enriquece la industria del cine y ofrece a las nuevas generaciones la oportunidad de verse reflejadas en la pantalla.
Su compromiso con la creatividad y la autenticidad ha inspirado a muchos jóvenes cineastas a explorar sus propias ideas y a no tener miedo de contar las historias que realmente les importan.
El impacto va más allá de sus películas.
Nos invita a repensar cómo vemos lo que nos rodea y a apreciar lo extraño y lo diferente.
En un mundo que a menudo nos empuja a encajar en moldes, él nos anima a celebrar nuestras diferencias y a encontrar belleza en lo que nos hace únicos. Su arte es un recordatorio de que, a través del cine y la narración, podemos explorar no solo nuestros miedos, sino también nuestras esperanzas y sueños.
En conclusión, Del Toro no solo ha dejado una huella en el cine moderno, sino que también nos invita a reflexionar sobre lo que significa ser humano.
Sus historias son un viaje emocionante que nos lleva a lugares inesperados y nos muestra que, a veces, los verdaderos héroes son aquellos que se atreven a ser diferentes.
Con su enfoque en la empatía y la aceptación, nos recuerda que todos tenemos un poco de monstruo dentro de nosotros, y que es precisamente esa mezcla de luz y oscuridad lo que nos hace realmente especiales.
Así que, la próxima vez que veas una película de Del Toro, recuerda que detrás de cada criatura hay una historia que vale la pena contar.




