Aquel Rey de España que fue bien conocido y llamado “el prudente” durante su gobernanza hizo de España algo muy importante, en su momento afirmó; “el ministro que no dice la verdad es perjuro, y más mientras está en mayor dignidad”.
El argumento del perjuro afecta, sin duda alguna, la gobernanza de la Cuarta Transformación de la Nación, que en su momento presidió Andrés Manuel López Obrador, así como a muchos de los presidentes del nefasto y corrupto neoliberalismo.
La facilidad con la que todos cometieran quebrantos en el peculio nacional durante sus gobernanzas, finalmente llevaron a extremos de corrupción y de narco-política —también de impunidad— todos esos gobernantes actuaron con la mayor diligencia en el mentir. Todos dijeron que actuaban con legalidad he hicieron gran fortuna en los periodos en que tuvieron y mantuvieron el poder.
Esos malos gobernantes pasaron de tener pequeñas fortunas a adquirir patrimonios en millones de dólares en los sexenios en los que juraron lealtad a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, piensan que esas fortunas no son exageradas y que no hay forma de que ningún gobernante honesto les demuestre sus andanzas criminales. Presumen que esas inmensas gananciales y las de sus colaboradores no provienen de la corrupción, justifican las mismas porque sirvieron a la Nación.
Se encuentran casos dentro de los neoliberales y de la Cuarta Transformación de la República, en los que no se han producido ni investigaciones, ni condenas, simplemente esos forajidos políticos se atienen a una cadena de complicidades.
La Academia de Derecho Penal del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, no estima la producción de escándalo político negativo en el caso de que se indague de donde surgió ese patrimonio mal habido, ni tampoco el hecho que se arruine la carrera política de quien tenga el honor de investigarlos y encarcelarlos.
Si no se busca y consigue obtener esa responsabilidad criminal, es porque sigue fuerte la cadena de complicidades en este segundo piso de la Cuarta Transformación de la Nación, ya que se sabe que hay incentivos políticos y económicos para que aquellos bribones y sinvergüenzas sigan gobernando a México.
Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, con el respeto que merece su figura presidencial, cabe aquí preguntar ¿la presunción de inocencia protege a esos malos gobernantes? ¿esa presunción se convierte en un abismo del derecho para que usted les conceda impunidad?.
Es cuánto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz.
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio Nacional de Abogados Foro de México, A.C..




