No Pasa Nada
Por: Jesús Solano Lira
Las filas de peregrinos eran interminables, ríos de fe y fervor por la Morenita del Tepeyac, se hicieron presentes.
Al iniciar la semana, la movilidad era tolerable en la zona de la Basílica de Guadalupe, sin embargo ayer y en las primeras horas de este 12 de diciembre ya fue imposible transitar.
Unos 13 o 14 millones de peregrinos, se hicieron presentes como todos los años, esperando la gran fecha conmemorativa.
Hoy se para todo, y si de algo presumimos los mexicanos, es que somos guadalupanos. Y quienes cambiaron de religión, alguna vez lo fueron.
Hay quienes caminan decenas de kilómetros para postrarse ante la imagen de la Guadalupana.
No importa el cansancio, el frío ni las lesiones en los pies, su fervor los impulsa para llegar a la Basílica de Guadalupe.
Cada peregrinación tiene su particularidad, y en todas se ven rostros de ilusión, esperanza y confianza. Todos van con devoción y convicción.
Algunos pagan mandas, otros buscan el consuelo, el alivio, el cobijo y la protección.
Otros más, buscan afanosamente estar presenten en las tradicionales mañanitas a la Virgen de Guadalupe.
Para el periodista y catedrático Óscar Tamez, la nación mexicana nace vinculada al cristianismo católico, y lo hace de la mano con el fervor guadalupano, con convicción de que la Virgen de Guadalupe escucha, atiende, intercede frente a las necesidades espirituales de sus devotos.
En rancherías, comunidades, barrios, colonias y en cualquier rincón del país, las misas y mañanitas se hacen presentes. Hay quienes preparan la celebración con un año de anticipación.
Ese fervor y esa fe, conmueve y mueve.
Y sabe, la fe y devoción de millones de mexicanos también impulsa la economía.
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (CanacoCDMX), las celebraciones en honor a la Virgen de Guadalupe, dejarán este 2025, una derrama económica de mil 724 millones de pesos.
Esa cifra representa 5.9% más que el año pasado, lo que comprueba que a pesar de la grave crisis de inseguridad que se vive en el país, la fe y el fervor por la Virgen de Guadalupe crece año con año.




