Antonio bal Mujica
En algunas semanas Clara Brugada formalizará el control total sobre la información que el gobierno de la CDMX debe entregar a los particulares que la soliciten, la rendición de cuentas y pulcritud de las gestiones gubernamentales dejará de existir, ahora un empleado de Clara Brugada y Claudia Sheinbaum decidirá qué información de la gestión pública se publica. La designación del o la titular nos indicará el rumbo que la transparencia y rendición de cuentas de los sujetos obligados en posesión de información pública, tomará a partir del 1 de enero.
La llegada de “mi amigo” Juan José al nuevo órgano de transparencia en CDMX sería la confirmación de que la función de “Transparencia gubernamental de la CDMX”: está al servicio de la presidentA y no del pueblo.
Para ocupar dicho cargo se barajan varios nombres, entre ellos el de Juan José Serrano Mendoza, quien fuera abogado de algunos de los padres de niños fallecidos del Colegio Rébsamen.
Conocí a Juan José en 2018, a la distancia me pareció un tipo decente y que representaba de manera ética y profesional a algunos padres de niños que fallecieron en el Colegio Rébsamen; me invitó, nos invitó a padres de niños sobrevivientes a unirnos a su “demanda colectiva”, contra Mónica García Villegas y autoridades que resultaran responsables; todo hasta ahí muy bien.
Fue más tarde, ya en un avanzado 2019, cuando mis constantes advertencias a Claudia Sheinbaum, directas pero también a través de Luisa Abreu, de despotismo y abusos de autoridad, así como de evidentes actos de corrupción de Rosaura Ruiz Gutiérrez al frente de SECTEI, que volví a ver a Juan José, quien me llamaba “amigo”, me invitó a tomar café a su oficina en la SCG-CDMX en donde era titular.
Ahí en su oficina escuchó mis comentarios sobre actos con apariencia de delito por parte de Rosaura Ruiz Gutiérrez, visiblemente asombrado me propuso que siguiéramos platicando de esos temas posteriormente, haciéndome saber, por primera vez, que si yo “denunciaba formalmente esos actos ilícitos, ellas no se quedarían cruzadas de brazos”. Nos despedimos con un abrazo de compañeros de la misma causa, la legalidad.
Algunos meses después ya en 2020 el Contralor de la Ciudad me citó nuevamente en su oficina, en esta ocasión recibí de su parte invitación a trabajar en la Contraloría a su cargo, me ofreció que el ambiente hostil, adverso y de acoso laboral que yo vivía en SECTEI terminaría y que finalmente podría contribuir a la transformación de la vida pública desde la CDMX.
La idea me encantó, agradecí a Juan José y me despedí; el contralor me dijo “¡no! no te vayas, vamos a una junta”, yo no cabía en mi, lleno de contento, por fin estaría trabajando para “ayudar”, que fue para lo que Claudia Sheinbaum me invitó a formar parte de su gobierno en octubre de 2018 ya como Jefa de Gobierno electa.
Esa alegría en mi se extinguió tan solo unos minutos después, al entrar a la sala de juntas del Contralor, todavía en el edificio Juana de Arcos, se transformó en encabronamiento total.
Ahí nos aguardaban los funcionarios del DIF-CDMX, a los que me encontré y saludé en la recepción general. Ellos daban seguimiento ahora a los acuerdos alcanzados con el gobierno de Miguel Ángel Mancera, para apoyar a los niños sobrevivientes del Rébsamen y familias a las que junto con el grupo designado por los mismo padres, representé.
La reunión pronto reveló las intenciones de Juan José Serrano, me pidieron que cabildeara con la “Familia Rébsamen” para que aceptarán sin protesta alguna la reducción y hasta quita de los apoyos y asistencia psicológica y psquiatrica a nuestros hijos; me negué categórica y contudentemente a realizar tan baja e indigna acción en contra de mi hijo y de los demás niños sobrevivientes. Juan José visiblemente molestó abandonó la reunión es su sala de juntas, no sin antes acusarme de arrogante y recordarme que la Dra. Sheibaum me apreciaba y consideraba mucho.

Minutos antes todavía en su oficina el Contralor me había reiterado el aprecio hacia mi de parte de “la Dra”; incluso, acompañando el comentario en esta ocasión, nuevamente de una amenaza velada: “Si tu denuncia formalmente, ellas (Rosaura y Claudia) no se van a quedar cruzadas de brazos”, en clara referencia a mis constantes señalamiento de desvío de recursos públicos en SECTEI por su titular; me sugirió ahí: “voltea para otro lado, ¡Flota!” en alusión a como jugador, hacerse pendejo en un juego de fútbol americano; deporte al que sabemos es gran adepto.
Después de reiterar mi posición sobre lo comentado ahí a los presentes y a una asesora del contralor que se incorporó a la reunión una vez que este se retiró, yo también abandoné la “junta” y regresé a mi oficina en el 6⁰ piso de la entonces sede principal de SECTEI; estaba consciente que el acoso laboral y las represalias aumentarían.
Semanas después recibí la instrucción departe del titular de administración de SECTEI, de reportarme con la secretaria particular del Contralor, Laura Tapia, para trasladar mi sitio de trabajo a la Contraloría ya en las nuevas oficinas de Arcos de Belén No. 2 y así las represalias solo cambiaron modalidad y de lugar, hasta terminar el sexenio.
Todas y cada una de las acciones de Juan José Serrano para conmigo hace evidente que él es un empleado 100% subordinado a Claudia Sheinbaum y que llegará al nuevo organismo de transparencia para seguir cubriendo las espaldas a “La Dra.”, obstaculizado cualquier tipo de investigación de particulares sobre la corrupción de Claudia Sheinbaum y Clara Brugada
No me cabe ninguna duda que “mi amigo” Juan José Serrano, negará cualquier información sensible que represente algún inconveniente para la presidenA de México.





